Un pacífico plantón ciudadano que rechazaba las reformas al Seguro Social, se convirtió en terror en Camino de Oriente: paramilitares del Gobierno se ensañaron contra la protesta social de los estudiantes. El miércoles se cumplieron ocho días desde que ese ataque detonó la violencia en las calles del país.
En ese grupo de manifestantes estaba una universitaria, que prefirió reservar su identidad. Ella y un grupo de amigos llegaron en medio de la batalla campal: “Vimos como llegaron todas las motos y empezaron a acorralar a las personas, todo el mundo estaba corriendo (…) andaban tubos, cuchillos y nosotros sin nada”.
Ella también fue víctima de un paramilitar que le pegó con un servilletero de los que usan en un restaurante del sector del plantón.
La tensión se mantuvo desde las 5:00 p. m. A los paramilitares en motos les siguieron integrantes de la Juventud Sandinista que asaltaban y golpeaban.
A la violencia que ejercían los grupos sandinistas, se sumó la represión desproporcionada de la Policía Nacional contra civiles que no estaban armados y que se habían concentrado en una de las principales vías de la ciudad de Managua.
Esa noche fue el inicio de las violentas protestas que han cobrado más de treinta vidas, principalmente, jóvenes universitarios; varios de ellos aún están desaparecidos, presos o hospitalizados.
Ana Quirós, directora del Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (Cisas), resultó con dos heridas en la cabeza y dos dedos quebrados.
A ocho días del encuentro fatal, Quirós está a la espera de una cirugía para su mano. Asimismo, aseguró que la represión, a pesar que ya no es física, ahora se ejerce por medio de la vía laboral, amenazas y el desprestigio que intentan realizar a algunas de las personas, como su caso, que apoyaron el plantón.
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“No es solo que nos golpearon físicamente sino que ahora quieren manchar nuestra historia, quieren manchar nuestra imagen y no solo la mía, sino la de muchísima gente que estamos en esta lucha y (que) hemos estado en la lucha por la democracia y por los derechos humanos desde hace mucho tiempo”, expresó.
Las amenazas a las que se refiere Quiros están relacionados con vehículos que rondan su casa, además de la circulación en redes sociales de un supuesto memorandum, donde ella solicita en su centro de trabajo que se le entregue dinero para pagarle a los responsables de los plantones. “Es burdo, es barato, esta muy mal hecho”, dijo.
Cabe mencionar que los autoconvocados son personas que llegan por su cuenta a los diferentes plantones y no forman parte de ningún partido político. Quirós fue agredida mientras trataba de defender a otra joven que estaba siendo golpeada con cadenas, además de ser pateada. Uno de los paramilitares se dirigió a Quirós y le golpeó la cabeza con un tubo.
Otro de los afectados aquella fatídica tarde, fue Julio López, periodista de Onda Local. Mientras hacía una transmisión en vivo, recibió golpes en la cabeza. Después de ocho días, López no recuerda aquel miércoles 18 de abril. Él se enteró de lo que sucedió al ver las grabaciones de lo sucedido, y las imágenes le despiertan angustia por no lograr recordar, además de indignación, ya que se atacó a gente indefensa que únicamente estaba reclamando sus derechos, indicó.
“También genera repudio todos los ataques a la libertad de prensa que se han dado en estos días. Repudio porque tenemos derecho a informar”, refirió.
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