La juventud y ciudadanía se autoconvocaron otra vez para realizar dos manifestaciones en Managua y demandar que se entregue al resto de presos y honrar la memoria de los muertos a manos de la Policía Nacional.
La primera fue una marcha y empezó en el sector de la Universidad Centroamericana (UCA) con dirección a los portones de Auxilio Judicial y luego retornó al punto de inicio. En esta actividad decenas de personas demandaron la entrega de los detenidos frente a los policías que resguardaban el miércoles las instalaciones, conocidas como El Chipote.
La segunda dio inicio en la caída de la tarde en la rotonda Jean Paul Genie y consistió en un plantón. En este se colocaron 38 cruces por el recuerdo a los muertos de las protestas y participaron cerca de 1,000 personas, mayoría vestidas con ropa de color negro para mostrar luto por los fallecidos.
Perdieron el miedo de ser agredidos
Rosa Isabel Flores, quien tiene 64 años de edad y confesó haber sido colaborada histórica del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), participó en la marcha con apoyada de un bastón al tener problemas en la columna y lamentó las acciones represivas de la Policía.
“Rechazo totalmente los crímenes que está cometiendo este desgraciado (Daniel Ortega), por eso estoy aquí, por mis héroes, por mis muchachos, pueden ser mis hijos, pudieron ser mis nietos”, reaccionó Flores cuando la marcha se acercaba a los portones de auxilio Judicial.
Otro que participó en la marcha fue Francisco Guadamuz, quien gritó a los cuatro vientos su rechazo al Gobierno actual por la represión policial que no ha tenido clemencia.
“En vez de ser 19 de julio ahora a ser 19 de abril (…) adiós 19 de julio, que se vayan y que le echen tierra, 19 de julio no va a haber ya porque va a ser una ofensa para el pueblo”, manifestó Guadamuz.
Flores en la Jean Paul Genie
Por otro lado, los manifestantes que se reunieron en la Jena Paul Genie colocaron flores y la imagen de la virgen de Fátima donde estaba ubicado un “árbol de la vida”, que fue derribado por los pobladores durante las protestas de los últimos días.
En el plantón participó Víctor José Valerio López, hermano de Jonathan Steven Valerio Lopez, de 20 años, quien murió tras recibir dos disparos en el cuello la madrugada del sábado pasado en la protesta que realizaban ciudadanos frente al hospital Manolo Morales.
“A mi hermano lo mataron por decir: ‘no estoy de acuerdo con este régimen’. No debe quedar impune su asesinato”, dijo Valerio, quien agradeció las muestras de apoyo que los nicaragüenses tienen hacia cada uno de los muertos.
Valerio se suma a la exigencia de que la jefa de la Policía, Aminta Granera y otros mandos policiales, sean destituidos e investigados por los crímenes.
El hermano de la víctima denunció que en el hospital Manolo Morales tardaron en atender a su hermano y que luego en su vela, policías infiltrados preguntaron por otros jóvenes que habían participado en la protesta. “El fin era detenerlos”, finalizó.
Comunicado
Durante el plantón se dio la lectura de un comunicado donde los pobladores autoconvocados exigen condiciones para que se desarrolle el diálogo: cesar la represión, destituir al mando oficial de la Policía Nacional, al general Julio César Avilés, jefe del Ejército, a Telemaco Talavera, presidente del CNU.
Estas demandas buscan asegurar la viabilidad del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que se garantice autonomía universitaria y que acabe la manipulación partidaria de UNEN. Han incluido en las demandas, además, la derogación de la Ley 840, de la Ley del Gran Canal. Una urgente reforma al aparato electoral para que se den a lo inmediato elecciones.
Desarrollo de represión
El miércoles 18 de abril un grupo de personas, en su mayoría universitarios, realizaron un plantón en Camino de Oriente por las reformas al Seguro Social -que fue derogada el pasado domingo ante la rebelión ciudadana- y fueron asechados y golpeados por fuerzas paramilitares.
Al día siguiente los universitarios se levantaron contra las mismas reformas y fueron reprimidos por la Policía Nacional. Ese día fallecieron las primeras tres personas.
El viernes 20 y sábado 21 de abril recrudeció la represión contra los universitarios y continuaron sumándose los fallecidos. Aparte de los enfrentamientos con la Policía, la ciudadanía en general se manifestó en sus barrios.