Melvin López de repente es un trueno y luego una pequeña brisa. Se convirtió en campeón juvenil del Consejo Mundial de boxeo (CMB) de las 118 libras en un combate en blanco y negro, nada de brillantez, nada impactante. El muchacho ganó y ya está, ni vítores de triunfos ni algarabía de la gente. Venció por decisión unánime a Yonathan Padilla, un peleador del tamaño de una hormiga, incapaz de matar a un mosquito con su mejor golpe y que se sorprendió al finalizar los 10 asaltos cuando estaba noqueado desde el primero.
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Los primeros dos minutos de López en el primer asalto dejaron a los aficionados con la boca abierta. Por un momento mostró su arsenal. Un gancho al hígado dejó sin aire al mexicano que cayó en estado de shock. Logró reponerse y empezó a huir. López usando su mano izquierda le asestó varios chocolates al rostro y a los bajos, pero cuando todos pensaron en que le pondría fin al suplicio del rival lo dejó sobrevivir.
¿Cómo es posible dejar con vida a un oponente que está casi en la morgue? En el segundo asalto empezó a seguir bajando el ritmo. Con todo y eso un volado de izquierda a la cabeza envió a la lona a Padilla, otra oportunidad de terminar las acciones y no sucedió. López no confiaba claramente en sus condiciones físicas, tenía miedo de tirar combinaciones largas y quedarse sin aire, reflejó ser un boxeador sin los pulmones necesarios para entregarse al máximo, aprovechó que Padilla de Pesadilla no tenía nada y batalló al ritmo del pobre mexicano, tirando un golpe cada 30 segundos. Increíble, López sabía que su rival no lo despeinaría así que se adecuó a hacer un combate sin acelerar, tan deprimente que las personas empezaron a insultarlo y poco a poco el Gimnasio Nicarao había quedado vacío.
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Por otro lado, Félix “el Gemelo” Alvarado derrotó por nocaut técnico en el cuarto asalto a Iván “el Pollito” Meneses, cuando el médico del combate dijo que no podía seguir por el corte profundo en la ceja izquierda. “Hubo cabezazo” confesó Alvarado, pero no se notó la herida hasta que Alvarado la hizo estallar con un volado de derecha que impactó directamente. A Alvarado le hizo falta cerrarle los espacios a Meneses y mayor puntería, no obstante, mantuvo su ritmo tirando golpes y con la iniciativa todo el tiempo.
En otro resultado, Keyvin Lara noqueó en seis asaltos a Moisés Mojica. Lara recibió muchos golpes por su mala defensa, pero en ningún momento dejó de atacar y ceder espacios al oponente.