14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
INSS

Economista Adolfo Acevedo. LA PRENSA/ARCHIVO

De nuevo, las opciones para el INSS

El INSS no puede seguir asumiendo funciones que no corresponden a su naturaleza, y el Estado debe asumir, por primera vez en nuestra historia, la Función de Protección Social y su financiamiento

Desde nuestro punto de vista, al arribar la situación a un punto de agravamiento extremo, resulta indispensable, una vez resuelta la necesidad apremiante de fondos a corto plazo, abordar el conjunto de problemas fundamentales que afectan su viabilidad a mediano y largo plazo.

• Es indispensable el rediseño institucional del Instituto Nicaragüense Seguro Social (INSS), de manera que se transforme en una entidad administrada de manera autónoma, por representantes legítimos de los aportantes, concentrada estrictamente en el cumplimiento eficaz de sus funciones y objetivos, técnicamente capaz, y absolutamente transparente, capaz de rendir cuentas de manera sistemática y detallada de la utilización de los recursos de los cotizantes. En este marco, deben revisarse los gastos administrativos, para adecuarlos a los estrictamente necesarios para que guarden una relación adecuada con el número de cotizantes, pensionados y empleadores, con la meta de que representen el 6.5 por ciento de los ingresos por cotizaciones y se mantengan.

Lea también: ¿Por qué el INSS está en crisis? Su situación es peor de lo que parece

• Auditar la cartera de inversión del fondo de reserva o fondo de inversión del INSS, y presentar un informe público sobre el resultado de la misma. Liquidar aquellos activos cuya adquisición no sea consistente con la naturaleza y objetivos del INSS, y aquellos cuyo rendimiento sea marcadamente inferior al de los títulos valores del Estado. En el futuro, el fondo de inversiones debe ser administrado por un fideicomiso, bajo normas estrictas, y se deberán presentar informes periódicos que reflejen el detalle de las inversiones efectuadas y su rendimiento.

• El INSS no puede seguir asumiendo funciones que no corresponden a su naturaleza, y el Estado debe asumir, por primera vez en nuestra historia, la función de protección social y su financiamiento, en lugar de continuar descargando sobre en el INSS, estas responsabilidades que le competen a él. La propuesta de que el financiamiento del Programa de Víctimas de Guerra, la pensión mínima, la pensión reducida y las pensiones especiales sean asumidas por el Presupuesto General de la República se deriva de la necesidad de comenzar a delimitar funciones, entre

También puede leer:Gobierno sandinista extiende “agonía” del Seguro Social

a) Aquellas que competen al INSS conforme a su naturaleza como un seguro (esto es un mecanismo para la distribución colectiva del riesgo) con algunos rasgos de solidaridad, financiado mediante el pago de primas o cuotas mensuales, y

b) La Función de Protección Social que corresponde, de manera indeclinable, al Estado, la cual debe ser financiada mediante impuestos generales.

Esto debería iniciar el tránsito desde un esquema de políticas asistencialistas, implementadas de modo discrecional, hacia un Estado Social de Derecho institucionalizado, esto es, hacia un esquema de protección social básica universal (quien cumpla condiciones fijadas por la ley, tiene derecho a prestaciones definidas y cuantificadas).

Puede leer también: Bayardo Arce reconoce que Daniel Ortega se equivocó con reforma al INSS

• Destinar el aporte destinado a financiar el programa de víctimas de guerra a financiar al Programa de Atención Medica a los pensionados, dotando a este, por primera vez, de una fuente propia de financiamiento e incrementar el aporte estatal hasta el 1.5 por ciento de la nómina salarial de los afiliados activos.

• Reducir la enorme heterogeneidad que existe en las semanas cotizadas por las distintas ramas, lo cual debería comenzar por poner fin al denominado proceso de tercerización.

• Cualquier aumento de la edad de jubilación debería evaluarse con extremo cuidado, no solo en función de las características de los diferentes tipos de empleo, sino también dado que, debido a las características de nuestro mercado laboral, resulta extremadamente difícil para las personas mayores de 50 años encontrar empleo, y a que, aunque la esperanza de vida promedio ha aumentado, también han aumentado de manera considerable los años promedio en que las personas de edad pasan experimentando condiciones crónico-degenerativas y catastróficas.

Lea también: ¿Existen “curas” para la situación del INSS?

Ello debería permitir que el INSS recupere la confianza de los afiliados y la ciudadanía, le daría un determinado plazo de respiro financiero, y proporcionaría al país la oportunidad para evaluar de manera colectiva la manera en que hará frente a los enormes desafíos y costos que traerá aparejado el hecho de que el proceso de envejecimiento de la población, y la transición epidemiológica, a partir de ahora están adquiriendo velocidad de crucero.

Sin embargo, la sostenibilidad a largo plazo del INSS solo será posible si el rápido crecimiento de los costos por concepto de pago de pensiones y prestaciones que traerán aparejados estos procesos de envejecimiento y transición epidemiológica, se corresponde, en mayor medida, con el crecimiento de la base fiscal sobre la cual descansan los ingresos del INSS, a saber, el crecimiento del empleo de mayor productividad e ingresos.

El autor es economista

[email protected]

Economía Adolfo Acevedo Vogl Economía y Desarrollo archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí