Telémaco Talavera, presidente del Consejo Nacional de Universidades (CNU) mediante un pronunciamiento, expuso que el diálogo que entablará el Gobierno con diferentes sectores debe contar con una agenda enfocada en los problemas de Nicaragua, pero no mencionó la necesidad de elecciones libres y transparentes y la renuncia del presidente designado Daniel Ortega, demandas que han sido expuesta por los estudiantes.
Después de la noche del domingo 22 de abril, que Talavera declaró a medios oficialistas que había sido secuestrado por estudiantes que estaban atrincherados en la Universidad Politécnica de Nicaragua, en resistencia a la represión orteguista, no se había pronunciado. Su supuesto secuestro fue desmentido por el párroco en la zona de la Upoli, Mykel Monterrey.
No obstante, en su comunicación, publicada este miércoles, Talavera aseguró que “muchos pueden pensar que estábamos cruzados de brazos o siendo indolentes ante lo que estaba sucediendo porque no publicábamos en las redes sociales”, las diferentes gestiones que estaban haciendo de “día y noche, pero no lo hicimos porque nuestro objetivo no era hacer politiquería o exacerbar los ánimos”, se justificó.
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Cabe mencionar, que los universitarios, quienes han sufrido la represión de fuerzas policiales y paramilitares a lo largo de las protestas que iniciaron el 18 de abril, dijeron no sentirse representados por Talavera.
En el documento, el también vocero del proyecto canalero, aclaró que su pronunciamiento lo hizo en carácter de ciudadano nicaragüense, rector de la Universidad Nacional Agraria y presidente del CNU, lo que no significa que representa la posición oficial del Consejo Universitario de la UNA y CNU, y mucho menos de la comunidad universitaria.
Lo que si reconoció Talavera es que no se deben llamar ni vándalos, delincuentes o cualquier otro descalificativo a los miembros de la comunidad universitaria, ni a ningún nicaragüense que ejerza su derecho a la protesta pacífica. En una edición especial del 19 de abril, segundo día de la represión policial y de paramilitares, la vicepresidenta designada por el Poder Electoral, Rosario Murillo, se refirió a los manifestantes como “(…) seres pequeñitos, mezquinos, mediocres, esos seres llenos de odio (…)”.
Asimismo, refirió Telémaco Talavera que ninguna persona de la comunidad universitaria debe ser detenida por participar en las protestas, que iniciaron en rechazo a la reforma a la Seguridad Social (ya revocada), pero que ahora se han extendido por la demanda al respeto a la libertad de expresión, el reclamo de justicia para los más de cuarenta muertos, según cifras de organizaciones de derechos humanos, y la renuncia de Ortega como presidente designado.
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También indicó que ninguna persona debe ser objeto de persecución, amenazas o represalias por su participación en las protestas.