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pensiones, jubilados, femicidios, Nicaragua, Estelí
/ Fernando Centeno Chiong

Oportunidades perdidas

El 21 de mayo de 2014, hace cuatro años, los miembros de la Conferencia Episcopal entregaron a la pareja que dirige el ejecutivo un documento de 19 páginas producto del esfuerzo de varios meses que denominaron En Búsqueda de Nuevos Horizontes, contenía un panorama de la situación del país sin reponerse del severo golpe de las reformas constitucionales arbitrarias e inconsultas que entraron en vigencia dos meses antes.

En esa ocasión fue una reunión tensa, pero fue una enorme oportunidad para que este gobierno cambiara. Lo que pedían los obispos eran concesiones mínimas para enrumbar este país en busca de nuevos horizontes.
Permítame resumir brevemente algunos de estos puntos.

Las preocupaciones sobre la familia y la aprobación inconsulta de un código ambiguo y confuso, la violencia contra la mujer, la beligerancia de los CPC y los gabinetes de la familia, advirtiendo el enriquecimiento ilícito de unos pocos, el incremento de la pobreza, la mala atención en los hospitales especialmente en el campo y la falta de trasparencia en la compra y distribución de medicinas, equipos e instrumentos para hospitales y centros de salud.

Se referían al trato inhumano en las cárceles, el impedimento a los organismos de derechos humanos a visitar dichos centros, la falta de cumplimiento de las órdenes de libertad, y sobre todo la preocupación que en esos centros se estaban formando nidos de delincuente en vez de una verdadera readaptación social.

Se referían, al adoctrinamiento ideológico de la juventud sacándola del ámbito de sus estudios y fueron profetas al señalar los problemas de la seguridad social reiterando que este debía ser justo y no dador de limosna especialmente a los jubilados.

No faltó el tema de los migrantes y demandaron un trato más justo y humano contra un sector que estaba siendo violentado en sus derechos humanos, incluyendo las continuas violaciones a los mismos haciendo un llamado al respeto a las libertades individuales

Llamaban la atención sobre la policía para evitar el abuso y el mal trato a los ciudadanos, advirtiendo claramente la actuación de grupos vandálicos que atacaban mujeres, hombres y jóvenes al amparo de las autoridades.

Se referían con preocupación a las mafias madereras por la destrucción de los recursos naturales, la poca protección y cumplimiento de las leyes y alertaban sobre los abusos en Bosawas e Indio Maíz y la acción de grupos protegidos en una acción depredadora, señalando la destrucción de nuestros recursos la explotación indiscriminada de la minería a cielo abierto.
Advertían sobre los peligros a la libertad de expresión, el monopolio de los medios, la violación a los artículos de la Constitución y el no cumplimiento de la Ley del acceso a la información.

Ampliamente alertaban sobre la Costa Caribe, la situación del río Coco, la falta de saneamiento de las tierras indígenas, y el peligro que conllevaba un proyecto del Canal que afectaría no solo gran parte del territorio nacional y reservas protegidas.
Es difícil incluir todos los aspectos del documento, pero queremos finalizar haciendo énfasis en la visión profética sobre el futuro político del país reiterando su denuncia sobre la manipulación de los símbolos religiosos, los eslóganes partidarios, la tergiversación de la piedad popular y el irrespeto del Gobierno a los valores e idiosincrasias religiosas de los nicaragüenses.

Capítulo especial es la denuncia por la falta de espacios, la urgencia de reformas electorales, la estrategia del temor, la falta de institucionalidad, el abuso de la ley para legitimar abusos, la alarmante concentración del poder autocrático y en ese momento hicieron un llamado a un Gran Diálogo Nacional transparente y confiable con la participación de todos los sectores del país y no a espaldas del pueblo.

Han transcurrido cuatro años y en uno de los párrafos le recordaban: “Señor Ortega, nadie es eterno y usted tiene todavía la posibilidad de demostrar su voluntad de favorecer una auténtica apertura al pluralismo político en la nación; colaborar activamente a replantear el funcionamiento integral del sistema político y buscar caminos de concertación a nivel nacional, restableciendo la normalidad política de un auténtico estado democrático”.

A estas alturas, cuatro años después, la oportunidad se perdió.

El autor es periodista, abogado, y docente en ciencias políticas.

Opinión CPC Daniel Ortega protestas archivo
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