Revisando la historia de la moda masculina, queda demostrado cómo el hombre ha buscado la simplificación en su indumentaria. Algunos detalles que el hombre fue dejando de utilizar para buscar más practicidad a la hora de vestir fue lo que transformó sus looks hacia lo más casual e informal para la mayoría de sus actividades. Actualmente, las marcas de vestuario masculino reviven prendas complemento que se veían hasta anticuadas si se vestían, y que, sin embargo, para muchos es más un asunto de estilo y de distinción, sobre todo si se conocen las reglas de etiqueta y protocolo al vestir.
Aún en el siglo XX se veía como un símbolo de estatus el que un hombre llevara bordadas sus iniciales en las camisas o pañuelos que usara. Lo hacían así para identificar sus prendas a la hora de mandarlas a lavar, ya que en las mismas casas o palacios vivían familias numerosas y se necesitaban diferenciar unas de otras, más aun si se trataba de las lavanderías públicas. Con el tiempo se convirtió en un detalle de gusto refinado y estatus.
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Este distintivo clásico no es un elemento nuevo de la moda, pero hay tiendas que ofrecen este servicio de personalizar una camisa de marca y fina que se adquiera o si se da a hacer a medida. Si le gusta este elemento, úselo para dar distinción y elegancia a su proyección. Puede plasmarlo en sus camisas más formales para eventos especiales como una investidura como bodas, reuniones especiales del medio laboral o fiestas especiales.
El bordado es solo de las iniciales, en letra mayúscula, y no se lleva en cualquier lugar, sino al lado izquierdo del pecho, hacia la segunda costilla, a la altura de la cintura, también parte izquierda o en el puño, derecho o izquierdo, ideal en los que son para gemelos o mancuernillas. La idea es que se vea, pero en un tamaño discreto ¼ de pulgada, el hilo puede ser de color parecido al color de la camisa o un tono ligeramente más oscuro.
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