La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) lleva nueve años solicitando al Gobierno del designado presidente por el Consejo Supremo Electoral, Daniel Ortega, en representación del Estado de Nicaragua que autorice una visita al país para indagar las numerosas denuncias por el deterioro de la institucionalidad, recordó la abogada del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Wendy Flores.
El último intento lo hizo la Cidh el 3 de mayo a solicitud de organizaciones de derechos humanos nacionales, entre ellas el Cenidh, así como organizaciones internacionales como el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), entre otras que el 1 de mayo remitieron una carta en la que exponen la situación de la masacre de abril durante las protestas causadas por las ahora derogadas reformas a la ley de seguridad social.
Las organizaciones le habían pedido a la CIDH que exhorten al Estado de Nicaragua para que les remita información sobre la violaciones a los derechos humanos ocurridas en el contexto de la protesta social, en particular en relación al uso de la violencia por parte de la Policía Nacional de la que Ortega es el jefe supremo y por parte de grupos paramilitares.
Asi como realizar una investigación independiente e imparcial de los crímenes, desapariciones, tratos crueles, inhumanos y degradantes ocurridos em abril pasado a la fecha y que los responsables materiales e intelectuales sean juzgados y sancionados.
Y entre otras peticiones que hacen estas oeganizaciones está un monitoreo de la situación de derechos humanos en Nicaragua, en particular de defensores y trabajadores de los medios de comunicación y periodistas independientes y que reitere una solicitud de visita formal al país y que Nicaragua sea incluido en el capítulo cuarto del informe anual de la CIDH.
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El 3 de mayo, el Gobierno aunque en un intento de lenguaje conciliador rechazó una vez más el pedido de la CIDH, al responder según comunicado de prensa de ese organismo que mejor esperara los avances de la labor que puedan desarrollar los mecanismos creados para investigar a lo interno del país.
Flores recordó que las reiteradas denuncias al Estado por las constantes violaciones a derechos humanos por la falta de independencia de los poderes de parte del Estado, restricciones a las libertades individuales, al derecho de manifestación, de libertad de expresión, por la cantidad de leyes aprobadas que afectan y que han recurrido por inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ), sin ser resuelto, entre otros puntos son los que han llevado a la Cidh a solicitar una visita a Nicaragua en reiteradas ocasiones y el Gobierno las ha negado.
En respuesta desde 2016 el Gobierno se ha ausentado como Estado de las audiencias de la Cidh, “mostrando un desprecio al sistema interamericano de protección de derechos humanos”, señaló Flores.
El último informe de la CIDH sobre la situación de derechos humanos en Nicaragua fue realizada en 1978 durante la dictadura somocista y el último informe de país fue en 1981.
Situación de abril ameritaba una aprobación
En países donde han ocurrido violaciones de derechos la Comisión ha podido ingresar y organismos de derechos humanos nacionales e internacionales lo han solicitado y esperan que el Gobierno al final le permita el ingreso a la CIDH por la gravedad de la situación en Nicaragua, coinciden Flores y el secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva Sánchez.
Leiva señala que para la CIDH es prioridad el contexto de la promoción y el cumplimiento del Estado de Nicaragua de todo lo que ha ratificado y que está vinculado a los instrumentos jurídicos internacionales de derechos humanos y “en esta ocasión se le ha dado prioridad al estado por parte de la CIDH de presentar el contexto de los hechos vinculados a la protesta civil como un derecho humano”.
“Estamos en el entendido que la CIDH ha solicitado formalmente al Estado de Nicaragua una visita para hacer una revisión inmediata del tema de derechos humanos, que es fundamental revisar para la restitución de la paz social en Nicaragua”, expresó Leiva quien recordó que tanto la CIDH, la oficina de Derechos Humanos del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, como la Comisión de Prevención Contra la Tortura, junto a las organizaciones de derechos humanos en Nicaragua son los facultados para tener una incidencia en el tema de los derechos fundamentales en el país y para su promoción y cumplimiento en cualquier mesa de negciación.
“No se puede obviar el tema de derechos humanos”, aseguró Leiva, quien apuntó “Nicaragua es parte del sistema interamericano que está articulado dentro de 35 países que han ratificado la Carta Democrática, no permitirle una pronta resolución (a la CIDH) sobre su visita al país, en estas condiciones de hostilidad y violación a derechos humanos esto motivaría (a creer) que el Estado no tiene una voluntad de cumplir la Carta Democrática poniendo más en evidencia internacional la posibilidad que la OEA tenga que sesionar de manera urgente en el contexto de derechos humanos”, expresó Leiva.
¿Son crímenes de lesa humanidad?
Por su parte la presidenta del Cenidh, Vilma Núñez plantea que se debe profundizar más en el análisis en cuanto a que si en Nicaragua con la masacre de abril “ha ocurrido o no un crimen de lesa humanidad”.
Aunque recordó Núñez, que el sistema interamericano no necesita funcionar solo por un crimen de lesa humanidad sino ante cualquier violación de derechos humanos y cualquier persona puede recurrir a la comisión.
No obstante, Núñez señaló que no se puede recurrir ante la Corte Penal Internacional por que el presidente designado por el Consejo Supremo Electoral, Daniel Ortega se cuidó de no firmar el Estatuto de Roma.
Sin embargo, Núñez recordó que también está el Tribunal de los Pueblos, del que ella es una de los jueces que hay en todo el mundo, que aunque no es una instancia jurisdiccional sino que es moral, ella buscará recurrir, “para ver si están en la disposición de montar un tribunal para que condene lo que pasó” en Nicaragua.