Estimados lectores, en medio de tanta tristeza, enfrentamientos, muertos y patriotismo, las redes sociales se volvieron una protagonista importante de las luchas sociales y de la movilización ciudadana.
No vamos a dar opiniones políticas, ni de uno ni de otro lado, pero vamos a hablar del idioma, pues esas redes sociales sustentan sus ideas con nuestra lengua materna, el idioma español, y en muchos casos estamos pisoteando todo su esplendor y su fuerza como arma que convoca a multitudes, por la cantidad de errores que aparecen en los mensajes publicados.
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Y lo interesante del fenómeno es que la mayoría de los casos son publicaciones de estudiantes universitarios o de profesionales, que con sus razones reclaman o denuncian y en ocasiones instan a determinadas acciones.
Sería mucho más efectivo su mensaje si estuviera escrito con pulcritud, corrección y calidad idiomática. Recuerden que según investigaciones realizadas, la principal causa de la pérdida de credibilidad en alguien, está dada por los errores que cometa, tanto de ortografía como de contenido.
Creo que podríamos optimizar aún más las batallas que se libran en las plataformas virtuales, si de ambas partes se mejorara el uso de nuestro idioma. Hagamos barricadas de corrección idiomática, defendamos nuestra lengua.
Una solución sería estudiar el material gratuito que sacará LA PRENSA a partir de esta semana, con el curso de Ortografía Moderna.
En sus manos está la solución, nunca es tarde para estudiar, hay que actualizar los conocimientos ortográficos debido a los cambios que la RAE ha ido introduciendo, esta es su batalla personal para ser un guardián del idioma.