Un verdadero esfuerzo representa para muchos campesinos bajar desde las comunidades más alejadas del país para viajar a Managua y ser parte de las expresiones de autoconvocados como ocurrió este miércoles para participar en la marcha nacional por la justicia y la democracia.
Entre ese grupo están los integrantes del movimiento campesino anticanal que bajaron de un sector de la ruta del canal como es Puerto Príncipe, Nueva Guinea y Punta Gorda.
José Humberto Chavarría López, por ejemplo explicó que el grupo que junto a él viajó desde Punta Gorda la marcha empezó desde el martes, pues debió salir desde las 3:00 a.m del martes, para estar presente a las 2:00 p.m del miércoles en las inmediaciones de la Catedral Metropolitana de Managua, desde donde salió la masiva concentración autoconvocada.
Según comentó el campesino el grupo avanzó parte caminando y parte desplazándose en pequeños botes y luego en camiones para llegar a Nueva Guinea donde descansaron por la noche y salieron el miércoles a primeras horas en camiones o en buses.
Chavarría que para salir de sus comunidades alejadas deben implementar estrategias para burlar la vigilancia institucional.”A pesar de la represión que tenemos en nuestro lugar por el Ejército y la Policía, con tantos problemas, desde que nosotros salimos nos iban siguiendo en una camioneta, estaban persiguiéndome”, dijo Chavarría, quien expresó que por ejemplo “en Caño Negro (los militares) se vinieron ayer (el martes) como intimidándonos a nosotros por el río, porque nosotros anunciamos que veníamos por el río, pero nosotros nos venimos por el Polo de Desarrollo, conseguimos los botes y nos venimos por el Polo”.
Y en su caso, comentó que hay una persona en su comunidad, apodado Centenario, quien “anda preguntando por mi nombre, mi apellido (…) donde duermo y mi número de teléfono y dijo él que el Ejército se iba a encargar de eliminarme a mi”.
Chavarría aseguró que esto obedece a que en las comunidades de Punta Gorda ha aumentado la presencia militar. No obstante, “vale la pena” todo el esfuerzo por viajar a Managua donde les fue posible manifestarse, pues él piensa en el futuro de sus hijos, por lo que su lucha será “hasta ver la luz clara de este pueblo que está sufriendo”.
Vigilancia militar ha aumentado
Luis Blandón Ortega, también es de Punta Gorda, quien aseguró que en esa zona se ha reforzado la presencia militar. Blandón supone que esto es con la intención de intimidar a la población campesina, pues “el Ejército está regado por las comarcas, inclusive venía un grupo detrás de nosotros (…) pero ya no les tenemos miedo, es parte de la presión y le demostramos que los campesinos somos capaces de enfrentar cualquier dificultad, cualquier problema para seguir adelante con nuestra Patria”.
Recordó Blandón, que la lucha de parte de los campesinos es contra la Ley 840, del proyecto del canal interoceánico y ahora en respaldo de los jóvenes universitarios.
Por su parte Medardo Mairena, coordinador del Consejo en Defensa de la Tierra, refirió que la participación campesina que ayer bajó a Managua de diferentes rincones de Nicaragua fue para exigirle al Gobierno el cese de la represión. Al tiempo que expresó su solidaridad y respaldo al obispo de Managua, monseñor Silvio José Báez a quien calificó como “un gran líder espiritual”.
Y aunque Mairena indicó que enviaron una carta para solicitar la participación del movimiento campesino en el diálogo; estimó que el Gobierno no tiene interés de que haya un entendimiento entre las partes porque sigue vapuleando a los jóvenes. Y la demanda del movimiento campesino es que sea “un diálogo sincero” en el que se respete el derecho de las personas y que se cumpla la formación de una comisión de la verdad con la participación de organizaciones de derechos humanos tanto nacional como internacional.
Nemesio Mejía, también dirigente del movimiento anticanal, aseguró que desde tempranas horas salieron de Nueva Guinea junto con los campesinos de El Almendro y Punta Gorda, donde el Ejército de Nicaragua había aumentado su presencia. Ellos viajan con al menos ochenta vehículos entre camiones y autobuses.
Mejía indicó que aunque los militares les preguntaban a los campesinos hacia dónde se dirigían estos respondían que a comprar.
“Les salían a la gente por el camino preguntando para donde iban pero como ayer había negocio la gente decían yo voy a comprar”, dijo Mejía.
Los puestos policiales están vacíos “hay muchos antimotines pero están reconcentrados”, expresó Mejía desde el empalme Lóvago y antes de llegar a Juigalpa esperan entrar junto a las caravana que viaja procedente de Santo Domingo de Chontales y El Ayote.
En el Empalme de Lóvago los campesinos han realizado un plantón por un lapso de una hora.
Mejía dijo que a los campesinos los acompaña el párroco de Nueva Guinea.
Esta es la segunda vez que de forma consecutiva bajan de comunidades alejadas los campesinos. El 28 de abril llegaron alrededor de mil campesinos en una marcha convocada por la iglesia Católica.