La pintura Los Rivales del artista mexicano Diego Rivera arrebató a Frida Kahlo el récord de la obra latinoamericana más cara vendida en una subasta, al rematarse en Christie’s de Nueva York por 9.8 millones de dólares.
La colorida pintura de dos hombres enfrentados en una fiesta tradicional mexicana, pintada por Rivera (1886-1957) en 1931, superó el récord anterior ostentado por una obra de su pareja Frida Kahlo, cuyo Dos desnudos en el bosque (La tierra misma), de 1939, fue vendido por 8.5 millones de dólares en 2016, también en Christie’s de Nueva York.
“Hace tiempo esperábamos esto, y ahora Frida y Diego están finalmente cuello a cuello”, dijo Virgilio Garza, director de arte latinoamericano de Christie’s, citado por el sitio especializado artnews.
Pero Los Rivales, cuya venta era estimada antes de la subasta en un máximo de siete millones de dólares, no es la pintura más cara de Latinoamérica, aunque ese honor le cabe también a Rivera.
La pintura más valiosa jamás vendida de un artista latinoamericano es Baile en Tehuantepec, que Rivera culminó en 1928. Fue comprada por el empresario y coleccionista de arte argentino Eduardo Constantini a una colección privada fuera de México por 15.7 millones de dólares en 2016.
Según el sitio artnews, Los Rivales fue vendido a un coleccionista anónimo que participó telefónicamente, tras unos pocos minutos de puja.
Solo la subasta de arte latinoamericano de la colección recaudó 106.88 millones de dólares, el remate de arte latinoamericano más exitoso jamás realizado en Christie’s.
Los Rivales, estableció asimismo un récord de ventas en subastas para Rivera, dijo Christie’s.
Tamayo compite con Perro aullando
Otra pintura de un tercer mexicano, Rufino Tamayo, Perro aullando a la luna (1942), estimada en hasta siete millones de dólares, podría batir el récord para este artista mexicano en una subasta que será celebrada por Sotheby’s el 14 de mayo en
Nueva York, y quizás arrebatar el récord de Rivera para el arte latinoamericano. “Esta es la mayor estimación jamás hecha para una pintura de Tamayo (…) Es uno de sus cuadros más icónicos y emblemáticos”, dijo Anna Di Stasi, directora de arte latinoamericano de Sotheby’s Nueva York.