Jesner Josué Rivas jugaba fútbol, y su familia conserva los trofeos que había obtenido. No vivió mucho. Tenía dieciséis años cuando una bala lo impactó. Él es una de las víctimas de abril, un abril rojo que ha llevado a madres y familiares de los más de cuarenta caídos a exigir justicia, una justicia real.
Su madre, Jéssica Rueda sostiene el retrato de Jesner, a la vez que cuenta con rabia cómo mataron a su hijo, y después como la titular del Ministerio de Salud, Sonia Castro, visitó su casa para supuestamente dar las condolencias.
Para Rueda, no es correcto que Castro visite a los familiares porque considera que el hecho es “una burla”. El mismo sentimiento de dolor lo comparte Rosa Amanda Cruz, madre de Michael Humberto Cruz Sánchez, él protestaba contra las reformas a la Seguridad Social, primero los atacaron con bombas lacrimógenas y luego les dispararon, asegura la dolida madre.
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“No hay más que explicación que decir que el Gobierno de Ortega Murillo me asesinó a mi hijo (…)”, expresó Cruz, quien también afirmó que ha recibido amenazas.
Graciela Martínez era hermana de Juan Carlos López, él no estaba en las protestas, pero una bala lo alcanzó en medio de la rebelión de la población contra la reforma a la Seguridad Social en Ciudad Sandino.
“Él se muere porque no me le dieron atención en el hospitalito de Ciudad Sandino, porque los policías no permitieron que él entrara (…)”, relata la hermana.
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Son muchas las historias detrás de las fotografías de rostros de jóvenes sonrientes que ahora ya no están con sus familiares. Es notable el vacío que dejaron en las vidas de sus seres queridos. La mayoría de familiares de los caídos culpan a la Policía Nacional por los asesinatos.
Unión de madres
El movimiento Madres de Abril es una iniciativa que aglutina a las mamás de los jóvenes, víctimas de la masacre estudiantil, además de otras mujeres que luchan por el respeto a los derechos de la mujer. Juanita Jiménez, feminista, explicó que se ha planteado el acompañamiento a las madres que están siendo amenazadas, además del apoyo económico y atención psicosocial. Esperan ser un puente con las madres de las víctimas, dijo.