La vicepresidenta designada por el poder electoral, Rosario Murillo, orientó en las instituciones estatales, alcaldías, en las embajadas de Nicaragua en el exterior y medios oficialistas una campaña en que se hable de “paz”, pero a la vez que se desacredite la protesta ciudadana que exige la democratización del país, lo que empieza con la renuncia de su esposo y presidente designado Daniel Ortega.
Murillo envió el pasado miércoles 8 de mayo una circular a las entidades estatales donde les indica que los empleados públicos sigan con vigilias, plantones, que se distribuyan banderas azul y blanco y se pinten los edificios públicos también en los colores patrios.
La estrategia orteguista es seguir poniendo en duda las 43 personas muertas confirmadas, decenas de heridos y detenciones ilegales que han dejado la represión de parte de los antimotines y grupos de choque de la Juventud Sandinista (JS) a las protestas ciudadanas, lideradas por universitarios autoconvocados.
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Murillo ordenó a los medios oficialistas seguir “denunciando también aquellas alteraciones a la tranquilidad y dignidad de familias, estudiantes y comunidades de nuestro país”, de las que se pretende culpar al movimiento universitario.
Dora María Téllez, exguerrillera sandinista, calificó este discurso de Murillo como una expresión más de “enorme desprecio al pueblo que le está exigiendo justicia y libertad” por quienes fueron asesinados en la represión ordenada por el ejecutivo.
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“A Ortega y a la señora Murillo se les olvida que el pueblo está de duelo por los asesinados por sus paramilitares, es una burla sangrienta a los jóvenes asesinados. Ella se hace la sorda al grito de los miles que se han manifestado exigiendo su salida y la de Ortega”, dijo Téllez.
Visión del diálogo
Pese a que distintos sectores de la población, sobre todo el Movimiento Universitario 19 de Abril han denunciado que Ortega no da garantías para que inicie el diálogo nacional, el ministro para Asuntos Internacionales Siddhartha Marín aseguró al portal digital italiano El Anti diplomático que en Nicaragua “el diálogo está teniendo éxito y la violencia se ha detenido”.
Marín mintió en esa entrevista, pues afirmó que al estar en marcha el diálogo, “como primer efecto la violencia se ha interrumpido”, cuando en realidad la Policía y la JS han continuado asediando y atacando a los estudiantes que se encuentran atrincherados en la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli).
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El general en retiro Hugo Torres cree que la desinformación sobre la crisis en el país que hacen los ministros y embajadores en el exterior tendrá “muy poco resultado”. “Va a tener acogida en la pandilla de (Nicolás) Maduro, tal vez con Evo Morales y Cuba por supuesto”, afirmó Torres.
Torres agregó que el discurso del gobierno de Ortega “es hueco”, que ya no convence ni a sus propios seguidores.
“Hay una campaña y una guerra sucia que no les ha dado resultado, todas las patrañas que han querido montar, las obras de teatro bufas inmediatamente se les han descubierto”, apuntó el general en retiro.
El ministro Marín afirmó en la entrevista al portal internacional, reproducida por el oficialista El 19 Digital, que para atacar al gobierno de Ortega se aplican métodos ya conocidos en otros países donde se crean “dos o tres conflictos intencionalmente, noticias falsas y luego crean solidaridad social, una supuesta indignación social”.
Están “débiles”
La vicepresidenta designada y vocera del Gobierno, Rosario Murillo, orientó una concentración oficialista para el próximo 18 de mayo, esta vez por el natalicio del general Augusto C. Sandino.
Dora María Téllez y Hugo Torres, ambos miembros del opositor Movimiento Renovador Sandinista (MRS), expresaron —por separado— que este nuevo intento del Gobierno por demostrar en las calles que aún cuenta con gran respaldo popular, lo que revela es su debilidad.
Las dos contramarchas realizadas por el oficialismo, el 30 de abril y el 9 de mayo, tuvieron pocos participantes.