En un contexto hostil que vive el país, Roberto Arriaza decidió subir la noche del viernes al cuadrilátero con la Bandera Nacional, calzoneta azul y blanco al igual que sus guantes, además, empezó a desfilar hasta que sonó la canción Nicaragua, nicaragüita. Desde Estados Unidos, donde se realizó su combate frente al venezolano Juan Ruiz, el pinolero envió un mensaje a la nación a pesar de no ser un boxeador de mucho impacto.
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Dinamita no pudo noquear a su oponente, pero lo derrotó por decisión unánime en 10 asaltos. Siempre tuvo el dominio de la pelea, en ningún momento pasó algún tipo de apuros y después de los primeros tres asaltos, la pelea siguió el ritmo lineal: Arriaza atacando y Ruiz huyendo. El Niño, como se hace llamar el contrincante del nicaragüense le tuvo pavor a la pegada de Dinamita, quien tenía tres victorias consecutivas en el propio primer asalto.
Ruiz era un boxeador prometedor en la categoría de las 147 libras, dos peleas atrás tenía 19 victorias sin derrotas, pero todo indica que desde el nocaut contra Alexander Besputin en noviembre pasado quedó atemorizado. Por su parte, Arriaza no fue abrumador como se esperaba, tampoco mostró mucha agilidad. No obstante, en el séptimo asalto aceleró un poco y varias combinaciones al rostro de Ruiz trajo al tapete la vía del cloroformo.
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El nicaragüense dejó de presionar un poco y siguió tomando aire para terminar los 10 asaltos. Dinamita se mantiene como campeón intercontinental de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) de las 147 libras y noveno en el ranking de ese mismo organismo. Actualmente se considera el mejor welter de Nicaragua y aunque batalla en una categoría muy complicada para sobresalir, para golpear la mesa deberá seguir trabajando en fallar menos golpes, subir al ring con mucho fondo físico y recuperar su velocidad.