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Criterios para aplicar la disciplina

Creemos que hay que erradicar —totalmente y de una vez por todas de nuestra cultura— la crueldad y el abuso infantil. Sin embargo, este exceso no nos debe llevar al otro extremo, como es (cada vez en más lugares) que el Estado se inmiscuya tanto dentro de la familia que prohíba toda disciplina física de los padres para con sus hijos. El que se condena unos cuantos fajazos, nalgadas, o chancletazos dados con amor y por amor a un niño rebelde, malcriado, desobediente, ladroncito, vago, vulgar e irrespetuoso, pero también para su propia seguridad, es algo insólito y hasta ahora nuevo en toda la historia humana. Creemos que el verdaderamente y reiterado mal comportamiento en los niños pequeños debe tener consecuencias para que la disciplina sea formativa, pero también creemos —como lo señala la Biblia— que el que no corrige no ama lo suficiente.

A mí me consta que antes les teníamos un sano temor y respeto a nuestros padres y que ahora los padres les tienen un malsano terror a sus hijos, por lo que los miman dándoles todo lo que les piden.

Pero finalizando con el tema de la educación de los hijos quisiera terminar hablándoles sobre los criterios básicos al aplicar disciplina física.

1. Debe aplicarse en un contexto de amor y enseñanza. Es imposible impartir disciplina efectiva sin amor, y el amor sin disciplina no tiene firmeza, ni es verdadero amor. Pero ojo: Jamás disciplinar con ira.

2. Debemos empezar temprano y hacerlo de manera sencilla. Debe iniciarse cuando el niño empieza a moverse y a entender palabras muy simples. Desde muy pequeños deben empezar a entender que hay límites para su propia seguridad y felicidad.

3. Debemos ser consistentes, de otra manera el niño se confundirá o resentirá. Responder de la misma forma siempre.

4. La unidad entre los padres es muy importante. Debemos apoyarnos mutuamente.

5. La disciplina corporal no es el remedio para todo, ni tampoco es adecuado para todos los problemas que surgen con los hijos. Los hijos deben saber cuáles son las ofensas que merecen un castigo corporal y estas reglas deben ser explicadas de una manera clara y “solemne”, esto con el fin de que el niño sepa de previo y con claridad cuáles serán las consecuencias si desobedece a una instrucción o regla especificada. Un castigo físico se aplica cuando existe una desobediencia grave, directa y obstinada a una instrucción.

6. En la medida que los hijos van creciendo, el castigo físico debe ir disminuyendo. De tal manera que para cuando estén en la preadolescencia el castigo debe ser muy esporádico y por faltas realmente fuertes y eliminarlo por completo a partir de la adolescencia.

7. El castigo debe ser proporcional a la falta cometida.

8. La disciplina debe ser aplicada en privado, para no humillar al niño.

9. Debe aplicarse en un lugar apropiado del cuerpo, generalmente en los lugares donde hay músculo, por ejemplo, las nalgas y las piernas. El castigo deberá ser lo suficientemente fuerte para que duela, pero sin causarles daño, aunque debe picarles por lo menos.

10. El castigo debe hacerse con algo apropiado, de manera que no les lastime, no les rompa la piel o algo por el estilo. Un ejemplo de con qué se puede castigarles es con una regla de madera delgada, de forma que al aplicar el castigo les arda pero que no los lastime; una faja delgada y no muy gruesa puede servir para aplicar castigo físico, igualmente que al ser aplicada solamente les arda y no los lastime.

El autor es miembro del consejo de Coordinadores de la Ciudad de Dios.
[email protected]

Opinión disciplina archivo
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