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Marvin Vargas, cuando dirigía excachorros del SMP. LA PRENSA/ ARCHIVO

Piden liberación del excachorro de Sandino y reo político, Marvin Vargas Herrera

Los familiares del excachorro de Sandino, Marvin Vargas Herrera, piden a los organismos de Derechos Humanos que no se olviden de él porque es un reo político del régimen de Daniel Ortega

Los familiares de Marvin Vargas Herrera, el excachorro de Sandino preso en La Modelo desde hace 7 años por razones políticas, tienen más de un año y medio sin verlo. “Ni siquiera sabemos si está vivo”, denunció su hermana Juana Isabel Vargas Herrera, de 32 años de edad.

De acuerdo con la información que suministran otros reos, a Marvin Vargas, en la actualidad de 47 años de edad y con diferentes problemas de salud, especialmente diabetes, hipertensión y depresión, hasta hace poco las autoridades penales lo tenían encerrado en un lugar al que llaman “el infierno”. Juana Vargas explica que se trata de una celda de máxima seguridad, oscura, fabricada con materiales metálicos, lo cual, en una zona caliente como Tipitapa, provoca que el calabozo sea “una olla de vapor” en las horas del mediodía y la tarde. Sin embargo, la familia de Marvin Vargas no tiene certeza de dónde está exactamente se encuentra el reo político.

Lea también: El secuestro de Marvin Vargas, un cachorro del Servicio Militar Patriótico

Juana Vargas explica que desde hace año y medio, exactamente desde que a Marvin Vargas le hicieron un juicio porque le inventaron que le metían droga a la cárcel, la familia ha estado llegando a La Modelo para tratar de verlo, pero sin darles explicación ya no los dejan entrar ni a recepción.

“Llegamos a la Modelo, estamos ahí cuatro o cinco horas, desde el portón, nos piden las cédulas, se las llevan y después regresan diciendo que no hay visitas y nosotros afuera aguantando sol queriendo saber de mi hermano. Otras veces nos dicen que esperemos cita con el alcaide pero nunca nos la dan”, explica Juana Vargas, quien también lamenta que no puedan siquiera hacerle llegar a su familiar medicinas ni alimento.

Marvin Vargas, cuando dirigía excachorros del SMP. LA PRENSA/ ARCHIVO

Que se acuerden de Marvin Vargas

Con la situación actual que vive el país, cuando el Gobierno está reprimiendo protestas de la población y ha ocasionado la muerte de al menos 48 personas (aunque se habla de 65), Juana Vargas le pide a los organismos de Derechos Humanos que no se olviden de su hermano, porque su caso se trata de un reo político del gobierno de Daniel Ortega.

Marvin Vargas prestó el Servicio Militar Obligatorio (SMO), mejor conocido como Servicio Militar Patriótico (SMP), en los años ochenta, cuando él tenía apenas 16 años de edad. Lo integraron en el batallón Laureano Mairena y anduvo patrullando entre la Sexta Región Militar, Matagalpa y la Séptima, el Caribe Norte.

Vargas participó en la Operación Danto 88, un operativo del ejército sandinista para expulsar a la contra de territorio nicaragüense hacia el hondureño. Esa experiencia probablemente tenga algo que ver con lo que hoy está pasando Vargas. En enero del 2011, Vargas habló de “montar el Operativo Danto 2011”, refiriéndose a los reclamos a Ortega por “25 años en que nos han sometido al abandono a los 150,000 cachorros de Sandino”. Esa fue una “amenaza” que no toleró el orteguismo, consideran sus allegados.

El excachorro de Sandino, a como se les llamaba a quienes prestaban el SMP, cayó preso el 8 de mayo del 2011, acusado de estafa, pocos días después de haber organizado protestas y marchas en contra de Ortega, por tener abandonados a los excachorros del SMP. A los cinco años y medio debió salir libre, pero en la Modelo lo acusaron de que le metían droga y a pesar de que hay cuatro órdendes de libertad a su favor, continúa en prisión.

Juana Isabel Vargas Herrera, hermana del excachorro de Sandino, Marvin Vargas. LA PRENSA/ EDUARDO CRUZ

Acoso a la familia

Juana Vargas señaló que a ella, por defender a su hermano y pedir su liberación, la están persiguiendo en su barrio, el Edgard Munguía, donde los militantes sandinistas, mejor conocido como los CPC, la asedian.

“A mi me dan persecución. Vivo enfrente de un parque y allí veo hombres que están tomando fotos a mi casa y también recibo el acoso de los CPC”, indicó Juana Vargas.

Marvin Vargas cuando fue enjuiciado por supuestamente meter droga a la cárcel Modelo. LA PRENSA/ ARCHIVO

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