Hay muebles que son imposibles de olvidar. Extravagantes, cómodos y realmente imaginativos, son las claves para que diseños de grandes nombres del interiorismo no se nos vayan de la cabeza.
Una razón por la que muebles que pueden llegar a estar en museos pasan a reeditarse, una razón por la que también pueden llegar a estar en nuestra casa con un poco de inversión y sentido del espacio. Piezas icónicas que se resisten al paso del tiempo y que regresan con versiones actualizadas o bien en versión original.
Con la intención de conseguir que la historia del interiorismo se desperdigue por un gran número de hogares, el equipo de diseño de Pilma —empresa especializada en decoración y mobiliario de diseño para el hogar—, ha seleccionado distintas piezas, muebles icónicos que nos harán sentir de otro mundo y de otra época, sin movernos de esta.
Sillón Kenia
El sillón Kenia es una réplica de la silla conocida como BKF, “Butterfly”, por sus alas en forma de mariposa. En su origen fue diseñada en Buenos Aires (Argentina) por los arquitectos Bonet, Kurchan y Ferrari en 1938.
Un diseño basado en la sencillez, cómodo y que se adapta a cualquier postura. Un asiento clásico y atemporal con soporte de acero y el asiento de tela gruesa con refuerzos de cuero en las esquinas.
Sillón Time Out
Suecia fue el lugar de origen del sillón Time Out, mullido y una de las piezas más deseadas y más fotografiadas del mundo del diseño.
Inconfundible por sus enormes reposabrazos y reposapiés y su acabado en piel y nogal, este sillón es quizás una de las piezas de mobiliario más deseadas por su comodidad y versatilidad. Está disponible en distintas versiones y colores.
Jahn Aamodt fue su creador y en su diseño mezcló líneas contemporáneas con un estilo “mid century” para ofrecer durabilidad.
Del avión al comedor
El carro de KLM es un toque “chic-vintage” en cualquier ambiente. Pilma actualiza este carrito de cabina para llevar bebidas, esencial en los viajes de los noventa y que puede cambiar su función bien como contenedor de libros, CD o películas.
Casi como una pieza de coleccionista, se adapta a espacios funcionales, actuales y divertidos.
Mesas auxiliares
Una mesa auxiliar es siempre un lugar que se convierte en imprescindible en cualquier ambiente. Precisamente, para que no desentone, nada mejor que decantarnos por el vidrio o el aluminio cromado, un toque de los años treinta del siglo XX que siempre viene bien para reposar un libro o un café.
“Las mesas de cristal templado —dicen desde Pilma— se han convertido en un objeto de suspiro a lo largo de los años, bien como mesas de centro o auxiliares”.
De ahí, que presenten varias mesas en una. Diseños pequeños y sencillos, que van reduciendo su tamaño hasta lograr introducirse dos pequeñas en la parte inferior de otra, ligeramente más alta.
Una manera de decorar por partes, ampliando su tamaño y teniéndolas recogidas cuando no son necesarias. Diseños de líneas rectas, limpios y modernos.
Sillas originales
Las sillas de plástico de Charles y Ray Eames son ya una pieza habitual en las viviendas de hoy. Piezas sencillas que, según su material, pueden encontrarse a precios asequibles en diferentes colores. Vuelven con ellas los años cincuenta del pasado siglo, la época en la que se crearon, pero nunca pasaron de moda.
El lema de estos dos hermanos es “conseguir más de lo mejor para más gente y por menos”, y lo lograron. La silla original está realizada en resina de poliéster reforzada con fibra de vidrio, una auténtica innovación para la época.
Piezas que ahora podemos encontrar en la cocina, en terrazas y jardines, pero también perfectas para la mesa de comedor. Con ruedas se convierten en el complemento ideal para la oficina.