14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

¡Y… se tomaron el riesgo!

Los estudiantes universitarios, dicho por ellos mismos, “se han tomado el riesgo” de ir al diálogo sin que estén dadas las condiciones idóneas (también dicho por ellos mismos). Se van a diálogo sin que Daniel Ortega haya cumplido los cuatro requerimientos que demandaban los obispos, y los tres requerimientos que ellos exigían, el Gobierno solo cumplió con invitar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que investigue los crímenes de abril, pero no disolvió la Comisión Porras, no cesó la represión, ni disolvió para siempre a las turbas violentas, como lo pidió monseñor Silvio Báez.

Los demás actores, porque solo hay cuatro (Cosep, algunos de la sociedad civil, campesinos y los universitarios), hablaron unos de tener varios puntos para la agenda, otros que los acompaña la razón y por eso hay que esperar frutos, el dirigente campesino dijo que tenían 25 tranques, que seguramente el Gobierno les planteará que los desmonten. Aclaramos, no estamos contra el diálogo como instrumento de búsqueda de dirimir conflictos, pero una cosa es un diálogo entre dos partes de buena fe, y un diálogo entre partes tan desiguales, para el que hay que tomar precauciones especiales y tener superclaras las exigencias. Para comenzar una de las partes que está armada, no cesa la represión, ha matado cerca de 60 jóvenes y ciudadanos, y tienen años de engañar y mentir a todos los sectores que han abogado por la democracia y la libertad en nuestro país.

Ortega ya ha dicho que no quiere hablar de política, y política son las elecciones libres, los cambios en los poderes del Estado, las libertades públicas, sobre todo la libertad de expresión, y en el diálogo ni siquiera hay políticos, por el eufemismo de que todos son corruptos, que son socios de Ortega, como que no hubiera políticos opositores limpios que no han pactado con Ortega ni con los socios que les han avalado sus fraudes electorales. Ortega no quiere hablar de política, pero el diálogo es con el propio Ortega, que ya sabemos lo que él quiere, él quiere seguir gobernando Nicaragua, él está tratando de esquivar y dejar que se enfríe esta insurrección civil que han provocado los 60 asesinatos que ordenó, que han sido protestados por cientos de miles ciudadanos en tres gigantescas manifestaciones Azul y Blanco, y que han asombrado a la comunidad internacional.

Esperamos que algunos de los participantes en el diálogo no pongan en primer plano sus propios intereses y conveniencias, sino el deseo de toda la nación, de todo el pueblo, de todos los sectores, que es que se termine ya esta dictadura y se inicie el camino de una democracia. Ojalá el jefe de los mediadores sea más realista de lo que significa este diálogo y queden atrás todas las dualidades y creer que las dos partes tienen culpa de la violencia, y se orienten los mediadores por las voces claras de obispos que han interpretado a la luz del evangelio, el sentir y la esperanza del pueblo de Nicaragua. Se han tomado el riesgo, y cuando se toma un riesgo se puede ganar o perder. Ya veremos, pero el escepticismo de negociar con este régimen sin que estén dadas las condiciones, no puede estar ausente de este tipo de proceso de diálogo donde están en juego los ideales de los que entregaron su sangre y sus vidas por una Patria mejor.

El autor es sociólogo.

Opinión CIDH diálogo nacional estudiantes archivo
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí