Pobladores derribaron la noche de este jueves 17 de mayo el “árbol de la vida” número 20, en el sector de la Parmalat, en Carretera Norte.
Desde que comenzaron las protestas el 18 de abril, los manifestantes se han empeñado en derribar las arbolatas.
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Para los críticos, los llamados “árboles de la vida” representan el poder de Rosario Murillo, quien los mandó a poner a partir de 2013.
Esta práctica que ha sido tachada como un acto de rebelión por parte de los manifestantes y ya cobró la primer victima mortal, cuando la noche de miércoles en el sector de Metrocentro, el pesado árbol de metal cayera encima del cineasta guatemalteco Eduardo Spiegler.
Las estructuras metálicas se instalaron bajo completa falta de transparencia por el gobierno, mediante la empresa Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica, la cual nunca ha aclarado de dónde salen los fondos para estos objetos, capricho de la pareja presidencial.
Cada estructura, según investigación de LA PRENSA, costó entre 23 mil y 25 mil dólares, más un costo adicional por el consumo de energía y la vigilancia privada que se le daba antes de las protestas nacionales que iniciaron el 18 de abril y que han dejado a la fecha, al menos 55 muertes por la represión desatada por el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, impuesto por el Poder Electoral.