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Tres parroquias de matagalpa se unieron para realizar una misa en honor a los muertos en las protestas. LA PRENSA/Cortesía

Parroquias de Matagalpa realizan misa en homenaje a los muertos en las protestas

Después, en la misa, el párroco recordó las persecuciones y “brutales asesinatos” registrados durante el último mes en Nicaragua, incluyendo los casos ocurridos en Sébaco

Velas al pie de pequeñas cruces blancas adornadas con pañoletas azul y blanco, entre árboles en el predio de la iglesia Santa Lucía, fue parte del escenario donde una multitud en Ciudad Darío, Matagalpa, recordó este viernes con una peregrinación, misa y vigilia, a los asesinados durante las protestas que cumplieron un mes en Nicaragua.

Las tres parroquias de Darío: San Pedro Apóstol, Santa Lucía y Sagrado Corazón de Jesús, esta última en la comunidad Las Calabazas, se unieron para realizar el homenaje que inició con una caminata desde el llamado Puente Grande.

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Después, en la misa que concelebró junto a seis sacerdotes de Darío, el padre Uriel Antonio Vallejos recordó las persecuciones y “brutales asesinatos” registrados durante el último mes en Nicaragua, incluyendo los casos ocurridos en Sébaco, donde él presta servicio.

“Lo pude experimentar en carne propia”, dijo Vallejos en la homilía, contando que el 14 de mayo, junto a otros religiosos de Sébaco, intentó mediar para frenar los ataques de “fuerzas del orden público, fuerzas de choque (oficialistas) y personas que se han vendido al diablo por 500 (córdobas) y un plato de comida, que han disparado y siguen disparando contra jóvenes y ciudadanos sabiendo que se están condenando en vida”.

LA PRENSA/Cortesía

Mostrando casquillos de bala y cartuchos de escopeta, el padre Vallejos relató que ese día “también vivimos en carne propia la inclemencia y rabia hacia la casa de Dios, su Templo Inmaculada Concepción de María en Sébaco”.

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Ante denuncias de que el orteguismo llevó turbas de distintos municipios, principalmente de Darío, para los ataques del 14 de mayo en Sébaco, el padre Vallejos llamó a “quienes tienen responsabilidad de mando”, a que reflexionen “que se están echando de enemigo a una ciudad vecina, que durante estos crímenes de lesa humanidad han experimentado el terror y la rabia contra muchos ciudadanos de esta ciudad donde hay pruebas contundentes…”.

“Paren ya y cesen la masacre que muchos, con el dolor de mi corazón, han llegado a ejecutar en la ciudad de Sébaco, actuando de una manera inhumana”, señaló Vallejos durante la misa.

Días de represión

El domingo 13 de mayo, pobladores de Sébaco marcharon exigiendo el cese de la represión en el país y luego establecieron un tranque escalonado sobre el puente en la carretera Panamericana. En la madrugada del 14 de mayo, fueron atacados por fuerzas de choque oficialistas y cerca del mediodía por antimotines que llegaron de Managua.

Los manifestantes se refugiaron en la iglesia Inmaculada Concepción de María, donde fueron atacados por las turbas y policías.

Pobladores de Sébaco acusaron que el orteguismo se “reforzó” con turbas de Darío y otros municipios matagalpinos. Ese día, hubo más de una veintena de heridos, incluyendo a tres policías. Eliécer Aguirre Centeno, de 20 años, fue baleado desde un vehículo en marcha; mientras que Holman Eliezer Zeledón, de 29, de las fuerzas de choque oficialistas, también fue lesionado.

Aguirre murió la noche del 15 de mayo y Zeledón en la madrugada del 16. Ambos en hospitales de Managua.

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