El cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano, arzobispo de Managua y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), confirmó la noche de este martes a LA PRENSA que él, como el resto de obispos y algunos sacerdotes, han recibido amenazas de muerte.
“Todos los obispos, sacerdotes, han recibido amenazas y nos dicen hasta de lo que vamos a morir. A mí me han llegado algunos (mensajes amenazantes) ahí, pero los borro. Me dicen que soy aquí, que soy allá… que soy un vendido, un flojo, pero yo los borro y me pongo a rezar”, explicó el cardenal Brenes Solórzano.
El arzobispo de Managua aseguró que pese a las amenazas en su contra, no lo obligarán a abandonar la mesa de diálogo en la que los obispos participan como mediadores y testigos.
“Nosotros, como lo decimos ahí (en el comunicado), seguimos trabajando por el bien del pueblo”, aseguró el cardenal Brenes Solórzano.
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Ante las amenazas, la CEN denunció este martes por medio de un comunicado que la campaña en su contra viene desde el Gobierno y sus medios de comunicación con el objetivo de desacreditarlos y amenazar de muerte a obispos y sacerdotes de la Iglesia católica.
“Por eso, cuando estábamos reunidos (ayer) pensamos sacar eso (el comunicado) por cualquier cosa que nos pueda suceder”, denunció el jerarca católico.
De acuerdo con el comunicado de los obispos dado a conocer ayer a mediodía, luego de una reunión sostenida con miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), las amenazas se han centrado especialmente en contra de monseñor Silvio José Báez Ortega, obispo auxiliar de Managua y miembro de la Conferencia Episcopal.
Señalan a Gobierno de ataques
“Nos vemos en la urgente necesidad de informar a nuestro pueblo sobre el descrédito y las amenazas de muerte de las que estamos siendo objeto obispos y sacerdotes, particularmente nuestro hermano monseñor Silvio José Báez Ortega, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, a través de distintos medios: ataques del Gobierno orquestados a través de periodistas y medios de comunicación oficialistas y cuentas anónimas en redes sociales como Facebook y Twitter”, denunciaron los obispos.
La Iglesia católica participa como mediadora del diálogo entre el Gobierno y la sociedad, que se desarrolla mientras el país sufre tras el asesinato de 76 personas, víctimas de la represión en abril pasado.
“Un cuerpo colegiado”
“A pesar de estas amenazas, recordamos a los agresores que somos un cuerpo colegiado y que si se ataca a un obispo, se ataca a la Iglesia y no renunciaremos a acompañar en esta hora decisiva a los jóvenes estudiantes de nuestra nación y a todo el pueblo nicaragüense, que bajo el azul y blanco de nuestra bandera han salido a las calles para reclamar sus justos derechos”, afirman los obispos.
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Los religiosos sostienen además que, “sin embargo, ante algunos sectores sociales poco acostumbrados a la cultura del diálogo y ante los inmediatismos de los que quieren perpetuarse en el poder, nos vemos en la urgente necesidad de informar a nuestro pueblo sobre el descrédito y las amenazas de muerte de las que estamos siendo objeto”.
El comunicado es firmado por monseñor Juan Abelardo Mata, portavoz del episcopado y secretario de la Conferencia Episcopal. Báez había hecho referencia a estas amenazas el 21 de mayo pasado, a través de sus cuentas de Twitter.
En el documento, los líderes religiosos se permiten describir la realidad de Nicaragua. Los prelados expresan que la nación vive uno de los peores momentos de su historia. “Este pueblo atraviesa hoy una de las peores crisis de su historia tras la cruda represión por parte del Gobierno de Nicaragua que trata de evadir su responsabilidad como principal actor de las diversas agresiones”.
Activistas, azuzadores y los medios oficialistas
Las críticas de los medios de comunicación oficialistas, así como de activistas políticos y azuzadores progobierno en las redes sociales evidencian sus ataques en contra de la figura de monseñor Báez, quien ha dicho que pese a los ataques y difamaciones en su contra, seguirá firme en la defensa de la justicia en Nicaragua.
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“Que sepan, quienes me insultan y calumnian e incluso quieren mi muerte, que no tengo miedo y que no me doblegarán ni me callarán. Mi fidelidad a Jesucristo y mi amor al pueblo de Nicaragua están más firmes que nunca”, escribió monseñor Báez, en su cuenta personal de Twitter este lunes, respondiendo a quienes lo amenazan y calumnian.
Mediadores y testigos del diálogo
Los obispos son mediadores y testigos del diálogo nacional, que dio inicio el pasado 16 de mayo y hasta el momento se han realizado tres sesiones como parte del proceso. El mismo fue inaugurado por Daniel Ortega, que fue encarado por los estudiantes, quienes le gritaron: “Asesino, asesino”.
En las otras dos sesiones del diálogo el Ejecutivo ha dicho que se necesita la estabilidad y que los manifestantes violan los derechos humanos del resto de ciudadanos del país que necesitan trasladarse a sus trabajos, pero los funcionarios gubernamentales no se pronuncian sobre las víctimas de la masacre de abril y que continuó en mayo.
Sectores de la sociedad civil y estudiantes universitarios han planteado la necesidad de que Daniel Ortega y Rosario Murillo, la pareja presidencial, salgan del poder a lo inmediato.
La posición de monseñor Silvio Báez
El diálogo continuará este miércoles en su cuarta sesión, donde los sectores sociales, campesinos y estudiantes presionan para que la agenda sea la democratización del país, pero exigen como punto de partida que la pareja presidencial, que gobierna Nicaragua desde el 2007, abandone el poder.
Monseñor Silvio Báez ha tenido posiciones firmes desde que inició la represión en abril y continuó en mayo. Báez ha expresado que el gobierno de Ortega se ha caracterizado por su represión e irrespeto a los derechos humanos y la institucionalidad, pero que al aceptar ser mediadores del diálogo, la Iglesia ha aceptado correr el riesgo en aras de la paz del país y la democratización de la nación.
Que sepan quienes me insultan y calumnian e incluso quieren mi muerte, que no tengo miedo y que no me doblegarán ni me callarán. Mi fidelidad a Jesucristo y mi amor al pueblo de Nicaragua están más firmes que nunca.
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 21 de mayo de 2018
“El diálogo, que en este momento (24 de abril, cuando aceptan mediación) se ha planteado, es un riesgo grande para toda la nación y la Iglesia; la Conferencia Episcopal, concretamente, que ha aceptado el diálogo, está dispuesta a correr ese riesgo que podría ser una estratagema del Gobierno para ganar tiempo y para alargar la situación que ha conservado a lo largo de estos años, marcada por el autoritarismo, la inconstitucionalidad, el irrespeto a los derechos humanos, la ilegalidad. Este diálogo tiene que tener como objetivo la democratización de Nicaragua”, advirtió Báez.