Catorce organizaciones políticas y sociales opositoras al gobierno de Daniel Ortega emitieron un pronunciamiento en donde declararon “non grato” al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en expresión de rechazo al apoyo que consideran que Almagro ha dado a Ortega en medio de la crisis social y política que el régimen orteguista enfrenta por la represión a las protestas ciudadanas que han dejado almenos 78 muertos.
En la declaratoria, las organizaciones cuestionan que el secretario general de la OEA no ha actuado a la altura “del clamor del pueblo de Nicaragua que exige la salida del dictador” Ortega.
Para el grupo de organizaciones opositoras, Almagro “ha demostrando un menosprecio insólito por la vida de nuestros estudiantes y la población civil en general”, porque si bien avaló el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el que se constató la represión de paramilitares y grupos de choque del régimen en contra de las manifestaciones ciudadanas, lideradas por universitarios, el secretario general de la OEA no responsabilizó a Ortega de esa violencia.
“Que la doble moral manifiesta del señor Almagro en relación a sus opiniones totalmente distintas entre Venezuela y Nicaragua, y que sus declaraciones son contrarias con los principios de la Carta Democrática Interamericana”, expresaron en el comunicado las 14 agrupaciones políticas y sociales.
La declaratoria la firmaron el Movimiento de Acción por la República, (MAR), Partido Acción Ciudadana, (PAC), Voluntad Humanista Social Cristiana (VHSC), el Movimiento por la Revolución Social, el Movimiento Indígena de Monimbó 19 de abril; la Agrupación de Ciudadanos y Abogados Democráticos, Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN); Ruta por la Democracia; Frente Unido Democrático (FUD). Además la integran la Alianza Republicana Nacional (Arena) el Movimiento de Exmilitares 4 de mayo, el Movimiento de Unidad Nacional, la Resistencia Nicaragüense (MUN-RN), la Gran Alianza Nacional Republicana así como la Asociación de Periodistas de Nicaragua (APN).
Esta semana, Almagro expresó que la restauración de la democracia en Nicaragua no pasa por sacar a Ortega del poder mediante un proceso electoral antidemocrático. Según Almagro, la salida a la situación política en Nicaragua “debe ser electoral, sin exclusiones, sin inhibiciones, con un proceso electoral justo, claro, transparente”.
En un video que Almagro publicó esta semana en sus redes sociales, habló sobre la crisis en Nicaragua, y aunque condenó los asesinatos y avaló el informe preliminar de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), no responsabilizó al gobierno de Ortega por la violencia.
Varios sectores de la oposición nicaragüense critican que la actuación de la Secretaría General de la OEA no ha sido transparente, ya que la población desconoce en qué situación están los acuerdos con el gobierno orteguistas, bajado en el Memorándum de Entendimiento firmado en 2016.
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En el video el secretario general de la OEA dedicó un ataque furibundo en contra de grupos de la oposición, que no identificó, y la señaló de tener “prácticas antidemocráticas”, como es “la mentira”, por supuestamente intentar desprestigiar el trabajo del organismo con el gobierno de Ortega sobre las reformas electorales y políticas.
Hasta ahora Luis Almagro no ha respondido públicamente si acepta ser quien presida la delegación de la OEA que explique en la mesa del diálogo nacional la situación del acuerdo sobre las reformas del Sistema Electoral. La presencia de Almagro fue condición de los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), para permitir que la intervención de la OEA en el diálogo nacional, en el que los obispos son mediadores y testigos entre el Ejecutivo de Ortega y la sociedad civil, empresarios, campesinos y universitarios.
Para Moisés Hassan, dirigente del PAC, con su posición Almagro buscaría “dar oxígeno al régimen de Ortega a nivel internacional”, lo cual para Hassan “no es explicable” y “más bien daña la reputación” de la organización.
En opinión de Hassan, la Conferencia Episcopal “tiene una postura correcta” en que no permitirán que se busque perder el tiempo en el diálogo nacional, como ha pretendido el gobierno para intentar que las manifestaciones pierdan fuerza y se desista de exigir la renuncia de Ortega y de su esposa y vicepresidenta designada, Rosario Murillo, y el adelanto de las elecciones para que el pueblo elija un nuevo gobierno.
“Creo que Luis Almagro aceptará venir al país e intervenir en el diálogo, creo que con Ortega con la influencia que tiene sobre Almagro le va a pedir que continúe la farsa que le ha venido alargando”, dijo Hassan.