El lunes pasado los hechos violentos arreciaron, particularmente en Managua y se volvió a teñir de sangre nuestro glorioso pendón bicolor. Los hechos se iniciaron cerca de las 10:30 de la mañana con un ataque con armas de fuego por parte de fuerzas parapoliciales a la Universidad Nacional de Ingeniería que se encontraba tomada por los estudiantes.
En la universidad se encontraba una delegación de Amnistía Internacional, la periodista Erika Guevara Rosas y la promotora de Derechos Humanos Bianca Jagger, quienes lograron filmar el ataque en tiempo real.
Los estudiantes se defendieron como pudieron y tuvo lugar una verdadera batalla campal. Hasta dieron persecución a los atacantes, comprobando que una camioneta Land Cruiser ploma, de tina larga, en que se movilizaban llegó hasta el tranque de
El Carmen donde los policías rápidamente levantaron las vallas y la dejaron pasar, mientras los estudiantes motorizados los insultaban.
Posteriormente un grupo de civiles incendió parte de La Nueva Radio Ya supuestamente porque allí se había refugiado un grupo de los atacantes que fueron repelidos. Quiero dejar bien sentada mi posición de condenar este hecho de violencia de quemar un medio de comunicación de la misma forma que condené la quema de Radio Darío en León.
Al parecer, este hecho a su vez generó mayor represión por parte de los antimotines que salieron nuevamente a las calles atacando indiscriminadamente a ciudadanos y periodistas en La Puma de Metrocentro y a reporteros de la agencia española EFE. Al momento de escribir este artículo desconozco el saldo trágico del día, que se viene a sumar a los más de 80 muertos y cientos de heridos que ha generado la protesta.
Quiero dejar bien sentado que debemos desterrar la violencia en Nicaragua venga de donde venga, no existe un hecho violento bueno y uno malo. En este sentido coincido plenamente con monseñor Silvio Báez quien publicó este tuit: “No debían quemar las instalaciones de La Nueva Radio Ya. No hay que ceder a intimidaciones ni responder a la violencia con violencia, mucho menos contra un medio de comunicación.
Exhorto a los manifestantes a ser siempre tolerantes y pacíficos”.
Enseguida añadió lo que también es el deseo de todos los nicaragüenses: “Espero que las fuerzas de antimotines no provoquen más dolor en Nicaragua. ¡No más represión violenta ni más muertes!”
Hoy 30 de mayo, Día de la Madre, más que en ningún otro día, no queremos ver derramadas más lágrimas de madre. La protesta pacífica y masiva es la única y más efectiva forma de botar una dictadura. Hago un llamado a todos a mantener la protesta pacífica en este 30 de mayo, día en que miles marcharemos en Managua en apoyo a las madres que claman por la justicia de sus hijos tempranamente arrebatados.
Finalmente, celebro y endoso el acuerdo de seis puntos alcanzado la tarde del lunes en la mesa del diálogo.
El autor es periodista, exministro y exdiputado.