La caída en la compra de bienes y servicios, que comprende principalmente el gasto por atención médica a los asegurados, así como la reducción en la adquisición de activos no financieros, habría incidido para que el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) lograra en este primer trimestre revertir el creciente déficit que por cinco años consecutivo ha venido acumulando.
El Banco Central de Nicaragua (BCN) informó el jueves que entre enero y marzo de este año el Seguro Social registró en ingresos 6,674.1 millones de córdobas, con lo que se cubrió los 6,640 millones de córdobas en gastos totales, lo que permitió que se generara en superávit 34.1 millones de córdobas.
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Además de plantear interrogantes de por qué el BCN tardó varios meses para publicar el reporte del estado de las finanzas del INSS, el economista Adolfo Acevedo indica que también resulta inexplicable cómo el instituto logró hacer crecer en 16.3 por ciento sus ingresos totales, cuando entre noviembre del año pasado y marzo de este año esta entidad ha perdido 24,400 afiliados. “Se requeriría más información para entender a qué se debe esta mayor tasa de crecimiento”, afirma.
El saldo global de efectivo pasó de un déficit de 478.1 millones de córdobas al primer trimestre de 2017 a un superávit de 34.1 millones de córdobas. “En esta reducción desempeñó un papel clave la reducción en un 88.6 por ciento en la Inversión en Activos No Financieros, debido a que finalmente el INSS suspendió su fuerte inversión previa en estos activos”, explica Acevedo.
Afectan gastos médicos
En gastos operativos el INSS alcanzó en el primer trimestre 6,623.2 millones de córdobas, superior a los 6,092.5 millones de córdobas. “Pero lo que más se destaca en la obtención de este superávit operativo es que los gastos operativos pasan de crecer 19.5 por ciento al primer trimestre de 2017 a crecer apenas 8.7 por ciento al primer trimestre de 2018”, precisa Acevedo.
Uno de los mayores componentes de los gastos operativos es la Compra de Bienes y Servicios, que abarca principalmente la compra de servicios de atención médica para los asegurados. Sobre este aspecto, Acevedo destaca que este rubro pasó de crecer 20.4 por ciento al primer trimestre de 2017 a decrecer al 1.2 por ciento al primer trimestre de 2018.
“Esto significa que el superávit operativo obtenido tiene como una explicación fundamental, la fortísima afectación al gasto en atención medica a los asegurados, cuya demanda está creciendo de manera apreciable debido al creciente peso de las patologías crónico-degenerativas y catastróficas, como resultado de la transición epidemiológica. Queda por determinar a qué mecanismos específicos se recurrió para afectar, de una manera tan considerable, este rubro fundamental”, advierte Acevedo.
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El detonante de la crisis
El Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) requiere de urgentes reformas para evitar que caiga en insolvencia total en 2019, según pronósticos del Fondo Monetario Internacional. El Gobierno anunció a principios de abril pasado un paquetazo de reformas, que implicaba aumentar el aporte de los trabajadores, creaba una retención en las pensiones, aumentaba la contribución de los empleadores y achicaba las nuevas pensiones. Esto provocó el estallido de una crisis que ya ha dejado más de cien muertos, lo que ocasionó que la sociedad civil ahora reclame la salida del poder del gobierno sandinista.
Más ajustes en prestaciones
Entre enero y marzo de este año el gasto por prestaciones sociales, que incluye las pensiones y beneficios a asegurados, ascendió a 4,122.8 millones de córdobas, superior a los 3,582.4 millones de córdobas en similar período del año pasado.
Este rubro registró una desaceleración en su crecimiento tomando en cuenta que en igual período del año pasado había repuntado 19.8 por ciento frente a la expansión del 15.1 por ciento este año.
“Finalmente, la nómina salarial de los trabajadores del INSS solo creció 3.8 por ciento, lo cual indicaría que prácticamente se ha congelado”, destacó por su lado el economista Adolfo Acevedo.
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“Resulta intrigante, por decir lo menos, que solo se publiquen datos hasta ahora, y uno se ve obligado a preguntarse porqué se ha mantenido sin publicar esta información, durante tantos meses”.
Adolfo Acevedo, economista.