Para frenar las nubes de moscas que “danzan” encima de las montañas de basura en el vertedero en que se ha convertido el parque de Villa Progreso, en Managua, algunas personas decidieron, el viernes, quemar una parte de los desperdicios.
Sin embargo, el problema persiste y se hace más grande, ya que los carretoneros llevan más y más desperdicios, incluyendo, grandes ramas de árboles.
La cantidad de basura es tal, que casi cubre el carril izquierdo de la calle marginal que va de la rotonda La Virgen hacia el este.
Los pobladores de la zona cuentan que el camión recolector de la basura llegó hace más de 15 días, y desde ese tiempo no se ha aparecido nuevamente. Por ello, hacen el llamado a la Alcaldía de Managua a que retire la basura de ese lugar.
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Otro basurero clandestino también se creó en una de las entradas hacia la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), cerca del gran vertedero.
Uno de los vecinos del sector expresó que “el mosquero no se aguanta”. El problema de los desperdicios es tan grave, que ha permitido que los recicladores lleguen a la zona y recolecten botellas, papel y cartón.
Un recolector contó a LA PRENSA que rescató varias cebollas que estaban podridas; las seleccionó, las peló y las limpió, después las vendió por doscientos córdobas. También confirmó que el camión de la basura tiene días sin aparecer.