El papa Francisco se unió este domingo al dolor de los obispos de Nicaragua por la “violencia” de grupos armados contra las protestas pacíficas, que exigen la salida del poder del presidente designado por el poder electoral, Daniel Ortega, y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
El pontífice lamentó, ante miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano, la violencia letal empleada —por policías antimotines y turbas orteguistas— para reprimir las protestas, en las que han muerto más de 100 nicaragüenses, según organismos de derechos humanos.
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“Me uno a mis hermanos obispos de Nicaragua y a sus dolor por las violencias cometidas por grupos armados”, dijo el papa Francisco en la oración del ángelus desde la ventana del palacio apostólico del Vaticano, en la festividad el Corpus Christi.
Diálogo
Jorge Bergoglio manifestó que “la Iglesia sigue siendo favorable al diálogo pero para eso pide el compromiso efectivo de respetar la libertad, y antes que nada, la vida”, dijo el papa. “Rezo para que cesen todas las violencia, para que se reúnan nuevamente las condiciones para el diálogo”, afirmó el pontífice.
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Este sábado cuando se cumplían 46 días de las protestas en contra el gobierno, continuó la represión en Masaya donde la Policía y los paramilitares orteguistas reprimieron a manifestantes autoconvocados de ese departamento, dejando al menos cinco personas muertas, entre ellas un menor de edad, varios heridos y al menos 30 detenidos, según la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (Anpdh).
Brenes solidario con el sufrimiento de las madres
El arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes Solórzano, se solidarizó con las madres los jóvenes que han sido asesinados durante las protestas contra el Gobierno y asegura que la Iglesia Católica todavía cree que es posible retomar el Diálogo Nacional como la única salida pacífica a la crisis sociopolítica que hay en Nicaragua.
“Creo que todos de una o de otra forma sentimos ese dolor de las madres, me llamaba la atención una imágen de un rótulo que miré hace unos días: ‘El dolor de una madre en la pérdida de un hijo es más fuerte que el día que lo parió’, me llamó la atención porque si un parto es doloroso, que triste es el sentimiento de una madre cuando pierde un hijo porque ya no lo va a recuperar nunca más”, expresó Brenes.
Por otro lado, el arzobispo instó a la población a no perder la esperanza en el Diálogo Nacional: “Yo pienso que siempre tenemos que apostar al diálogo, fuera del diálogo yo siento que no hay solución… creo que todos debemos apostar al diálogo y debemos hacer todo el esfuerzo que sea necesario, lamentamos –desde el corazón– nosotros los obispos la cantidad de nicaragüenses que han muerto en esta lucha fratricida”.