Wuillians Vásquez es serio en su trabajo. Se incorpora a los equipos e interactúa con sus compañeros, pero habla solo lo necesario. Hace más ruido su bate, y sus estadísticas, por lo general provocan escándalo.
“Es un líder que impacta más por lo que hace que por lo que dice”, asegura su mánager en los Indios del Bóer, Ronald Tiffer. Justo como se previó, Vásquez ha sido el mejor bateador en el Pomares, suspendido por la situación del país.
Acumula promedio de .476 debido a 49 hits en 103 turnos. Ha conectado nueve jonrones, con 35 anotadas y 32 remolques. Ha sido boleado en 21 ocasiones y se poncha solo 13 veces. Son cifras al nivel de su prestigio.
Pero no son estos momentos de algarabía para Vásquez, como no lo son para nadie en el país. Wuillians se movió de Venezuela a Nicaragua en busca de un ambiente estable, pero se ha topado con un país en plena agitación.
“La esperanza en Dios es que todo mejore, que haya una salida a la situación. A mí gusta mucho Nicaragua y por eso decidí traer a mi familia, nos hemos adaptado bien y espero que haya una solución”, señala el jugador.
No para de entrenar
¿Qué hacés mientras la liga está detenida?
Bueno, en el Bóer hemos entrenado todos días y como también tengo una academia de beisbol, me mantengo ocupado en todo momento. Trato de sacarle el máximo provecho al tiempo. No he dejado de trabajar.
¿El Pomares te parece suave respecto a otras ligas?
No, de ninguna manera. La persona que va a una liga creyendo que es fácil, va equivocada. Uno tiene que prepararse fuerte y seriamente para rendir. Yo sé que se espera mucho de mí y no puedo quedarme atrás.
¿Por qué no fuiste a Italia?
Uno llega a una etapa en la que se cansa de viajar. Lo hago desde que tenía 16 años y la verdad es que ha llegado el momento de estar más tiempo con mi familia, y por eso creo que era la hora de tomar esa decisión.
¿Cómo te fue en Italia?
Muy bien. Jugué once años y fuimos campeones en seis ocasiones. Es una liga no muy vista como la de nuestros países, pero hay buenos jugadores y uno tiene que trabajar duro para rendir en todo momento.
Firmado por los Yanquis
¿A vos te firmaron los Yanquis?
Sí, me firmaron a los 16 años y una de las condiciones que pidió mi papá, era que se me enviara directo a Estados Unidos y de pronto me encontré jugando con hombres de 20 a 23 años y yo era un niño todavía.
¿Quizá debiste ir a Dominicana?
Lo que pasa es que uno siempre cree que esa es la primera traba en tu desarrollo, pero la verdad es que es una etapa que debí vivirla con jóvenes de mi edad. Y en EE. UU. siempre decían que estaba muy joven para ser promovido.
¿Y llegaste hasta Clase A fuerte?
Así es. Pienso que me faltó suerte. A veces estaba rindiendo y me decían que estaba muy chico para ir a otra liga. Tú sabes que los Yanquis siempre están llenos de talento y no es tan sencillo subir, así que no pude.
¿Y también jugaste en tu país?
Sí, en Venezuela jugué con los Caribes de Oriente y también hice la Selección Nacional en varios torneos y tuvo buenos resultados. Precisamente jugando para mi país fue que me vio el Bóer y me trajo a Nicaragua.
Un éxito rotundo
En Nicaragua te ha ido muy bien…
Desde el primer día. Fue hace siete años y recuerdo que vine para el Bóer de la Profesional y en el primer juego bateé de 3-2 y hasta ganamos el campeonato contra Chinandega. Me ha ido muy bien aquí en Nicaragua.
¿Cómo te tratan los fanáticos?
Muy bien, no tengo quejas. Percibo el respeto que me tienen, quizá porque vengo a hacer un trabajo y me doy al cien para que me salga bien, ayudando a ganar al equipo, que es lo más importante en cada torneo.
¿Cómo va lo de la academia?
Va avanzando. Desde hace tres años tenía el proyecto, pero lo he comenzado hasta ahora que me trasladé enteramente a Nicaragua. Aquí hemos seleccionado a los muchachos y los vamos ayudando en su desarrollo.
Por ahora, Vásquez, al igual que todos los jugadores involucrados en el Pomares, está a la expectativa del desenlace de los acontecimientos en el país, que han colocado el beisbol en un segundo plano, como es lógico.
Detalles
Wuillians Vásquez nació hace 34 años en Acarigua, Venezuela. Fue firmado en el 2001 por los Yanquis, con quienes jugó cuatro temporadas y resumió .229 en 295 juegos
También jugó para los Caribes de Oriente en su país, antes de moverse a la liga italiana, en la que ha jugado 11 temporadas, alternas a las de la Liga Profesional de Nicaragua.
Fue campeón bate en la Liga Profesional en 2014 con el Chinandega, cuando bateó .351. Líder en remolques con el Bóer en 2012 con 51 y triple corona con Rivas en 2017.
Su triple corona (.407, 11 jonrones y 53 empujadas) lo situó a la par de Yurendell de Caster como los únicos con esa hazaña, además fue el Jugador Más Valioso.