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Columna Competitividad Empresarial

Carlos R. Flores

Gerenciando en tiempos de incertidumbre

La tarea principal de la gerencia de una empresa en estos tiempos turbulentos es mantener debidamente enfocado al personal.

Mantener el equipo humano enfocado en la coyuntura actual es un reto mayúsculo.

La distracción viciosa, la dispersión del rumor, pero obviamente, las afectaciones reales de la logística de las organizaciones, el desplazamiento del personal, así como la dramática caída en las ventas, conforman un cóctel amargo que ralentiza el desempeño de las empresas, con afectaciones que se traducen en graves pérdidas económicas.

No se debe permitir que la incertidumbre sea una excusa para que la organización baje la guardia y su desempeño se degrade hasta la inactividad técnica.

La preocupación actual de los colaboradores es principalmente sobre su futuro, sobre su permanencia en la empresa, sobre los imponderables que pueden dar al traste con un empleo o con toda una organización en su conjunto.

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¿Cómo se puede lidiar con el cambio y la ambigüedad que nos afecta? La ansiedad genera distracciones y evasiones, desenfoques del trabajo ante un natural incremento de la ansiedad.

La naturaleza humana replica e imita lo que ve a su alrededor. La tarea principal de la gerencia de una empresa en estos tiempos turbulentos es mantener debidamente enfocado al personal. Esto requiere no solamente comprensión gerencial, sino que, sobre todo, acción inmediata del liderazgo mayor.  En este momento es fundamental mantener un balance entre lo que se define como “la nueva normalidad” así como el énfasis en las tareas perentorias en la empresa.

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Primero que todo, no hay que caer en el extremo de la negación, de relativizar o de restarle importancia a las situaciones que están aconteciendo, pues sería un error garrafal.  Hay que pensar en que el miedo es una inclinación humana. Lo que los colaboradores están experimentando es real y no puede ser ignorado, reprimido o etiquetado como inexistente.

Algunos enfoques que podemos aprender de gerencias de otras organizaciones que han enfrentado coyunturas como las que estamos enfrentando como nación, son las siguientes:

  1. Definir lo prioritario: con frecuencia el personal en estas coyunturas, se distrae porque no se le han señalado las tareas imprescindibles.  Aquí debemos de recordar el famoso 80-20 de Pareto, en donde en cualquier actividad, siempre van a haber un 20 por ciento de tareas que tienen la mayor importancia, que son los llamados “pocos relevantes”, en contraste con el 80 por ciento de aquellas actividades que pueden ser “las muchas triviales”.  Si usted señala específicamente para cada puesto, cuáles son las tareas imprescindibles en donde habrá que enfocarse, entonces habrá menos oportunidad para la distracción viciosa y la dispersión de esfuerzos.
  2. Promueva la mentalidad de resolución creativa de problemas: en tiempos “normales” esta es una capacitación que se pasa por alto, puesto que asumimos que la forma en que vemos la realidad brinda suficientes pautas para resolver las situaciones críticas, no obstante, es imprescindible que facultemos a la mayor cantidad de personas en métodos innovadores y creativos. La poderosa metodología de TRIZ es altamente recomendada para ese despertar de capacidades durmientes en el personal.
  3. Evaluar continuamente los escenarios: establezca un formato de interacción ojo a ojo con el personal para evaluar el entorno e incluir con insumos y propias reflexiones de ellos, cuáles son los próximos pasos a seguir. A menudo la fluidez de los acontecimientos hace que la frecuencia de reuniones de comunicación sea inadecuada y debamos incrementarla. No perdamos de vista que las circunstancias puedan evolucionar a un nivel aún no pensado figurado.
  4. Enfocarse en una meta colectiva inmediata: definir un objetivo grupal definido, un embarque, un despacho, un objetivo operacional alcanzado, debe servir como motivación para la gran victoria de lograr mantenerse productivo y rentable en esta grave coyuntura.
  5. Mantenga un contacto cercano con sus clientes: interactúe con sus diez compradores más importantes; indague sobre cuáles son las preocupaciones específicas de ellos y hágales saber cuáles son las acciones que usted y su empresa harán para mantener las expectativas de servicio.
  6. Busque opiniones diversas: una de las mayores trampas es ser autosuficiente u obcecado con sus propias opiniones y razonamientos. A veces conviene consultar, intercambiar opiniones con otros propietarios de empresas, para complementar o contrastar nuestra visión panorámica y también “adoptar y adaptar” sobre recursos útiles aplicables a nuestra organización.

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El autor es director ejecutivo de Cambio Cultural Consultores

[email protected]  | cambiocultural.blog

 

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