Es difícil no sentir respeto por Alemania. Su visión, planificación y rigurosidad lo han convertido en un plantel sólido. Pocos países entienden y materializan mejor los procesos y el manejo de los tiempos, como los alemanes.
De ahí que hayan ganado cuatro títulos y hayan ido a ocho finales. Nadie ha sido más consistente que los germanos, que de frente a Rusia, asoman con posibilidades de volver a disputar el cetro, a pesar de Brasil y España.
Hay tanta profundidad en el futbol alemán, que su federación considera que pueden estructurar cuatro selecciones para ir a Rusia. Y todo tiene que ver con el plan que lleva a cabo desde los tropiezos a inicios del 2000.
Alemania fue a la final en el 2002 y perdió ante Brasil, pero los directivos alemanes sabían que andaban mal por las dificultades en las categorías menores, niveles en los que ahora son claramente los dominadores.
Tan es así, que ganaron la Copa Confederaciones el año pasado y ahí no actuó ni una de sus figuras del Mundial de Brasil en el 2014. Pero de ahí salió Timo Werner que estará en Rusia.
La tropa que Joachim Löw lleva a Rusia, es una versión mejorada que la presentada en el Mundial de Brasil. Neuer bajo el arco, con Hector, Boateng, Hummels y Kimmich como defensores. Kroos, Khedira y Ozil en el mediocampo, más Muller, Draxler y Werner.
Y son tan altas las expectativas de este plantel, que su meta es convertirse en el tercer equipo de la historia que gana dos Copas seguidas. Solo lo han hecho Italia en 1934 y 1938, y Brasil en 1958 y 1962. La misión no es fácil, pero ese es el reto que se han impuesto ahora.
Es más, Alemania a dicho a sus jugadores que no les dará prima (dinero adicional) sino a partir de los cuartos de final. Si llegan a esa instancia, van a recibir 75 mil euros cada uno, a semifinales 125 mil, 200 mil por la final y si la ganan, 350 mil cada uno, es decir, 410 mil dólares.
Alemania sigue siendo un equipo con mucha disciplina táctica, poderosa en el juego aéreo y veloz en sus transiciones, pero ya no se trata de conjuntos mecánicos que apostaban todo al físico, sino que han dado frescura y cierta flexibilidad a su rigidez.
Aunque patinó al final en su fogueo, tiene demasiado talento como para fallar.