El sacerdote Vicente Martínez Bermúdez, denunció que este domingo fue retenido en el kilometro 90, en la entrada a Ciudad Dario, en Matagalpa, por unos 20 individuos que identifico como paramilitares, quienes lo amenazaron de muerte.
“Vos sos la próxima víctima. Ándate con los pies bien contado porque sos la próxima victima”, fueron las advertencias de los rearmados, que de acuerdo al sacerdote estaban encapuchados y portando armas de guerra como fusiles AK 47.
Martínez Bermúdez, quién es el párroco de la Iglesia católica Santa Lucia, en Ciudad Dario, dijo no temer a las amenazas y que seguirá denunciando las injusticias que se cometen por el gobierno a través de sus homilías.
“Me dijeron lo tenemos en una lista, y yo les respondí, lista de qué: de que te vamos a matar, me dijeron, entonces yo les respondí, matenme pues. No les tengo miedo”, respondió el religioso a los paramilitares.
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La violencia gubernamental que aqueja a Nicaragua inicio desde el pasado 19 de abril y ya ha causado la perdida de más de 140 personas, quienes en su mayoría han perdido la vida en las protestas pacíficas que han sido reprimidas por la policía, las turbas y paramilitares ligados al gobierno de Daniel Ortega.
Los Obispos de la Iglesia católica han participado como mediadores y testigos del Diálogo Nacional que fue instalado el pasado 16 de mayo, donde participó la pareja presidencial, a quien le han ofrecido una ruta democrática para su salida a través de anticipación de elecciones naciones. Sin embargo, ante el recrudecimiento de la violencia gubernamental, los Obispos decidieron suspender el proceso de diálogo el pasado 23 mayo hasta que Ortega detengan la represión.
Este sábado, el Obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, en un comunicado lamentó las calumnias contra sus sacerdotes en ese diócesis quienes han participado como mediadores en los conflictos que actualmente se viven en Matagalpa y Sébaco.
Álvarez explico que el papel de los sacerdotes está para apoyar a superar una crisis y no por intereses políticos, pero lamentó las calumnias que sectores fabrican en contra de los sacerdotes, y que incluso podrían poner en peligro sus vidas.
“Exhortamos a los promotores de dichas calumnias a reflexionar sobre el daño que ocasionan a la sociedad, a la integridad de nuestras vidas y a la de las demás personas”, dijo el jerarca católico en el comunicado.