1. Guerra. La infancia de Félix Maradiaga en el norte del país estuvo marcada por la guerra. “Todos los fines de semana había funerales, había velas de jóvenes que meses antes jugaban con nosotros en el parque y regresaban en ataúdes”, dijo a LA PRENSA.
2. Forbes. En su edición de 2015, Forbes México lo nombró una de las 25 personas más influyentes de Centroamérica. Lo situaron en el número 15 en el área política.
3. Música. Dice que tiene una “mescolanza” de gustos. Le gusta el grunge, la trova y la música clásica. También compone algunas piezas musicales para flauta traversa y confiesa que la primera vez que se emborrachó le dio por cantar rancheras.
4. Deportista. Su hobbie es practicar artes marciales. Le encantan los deportes extremos, los ultramaratones y el buceo.
5. Burlas. En el colegio sus compañeros solían burlarse de él porque usó zapatos ortopédicos hasta los ocho años. Además era medio tartamudo.
Lea también: Policía Nacional acusa al director del Ieepp, Félix Maradiaga, de dirigir una red delincuencial y terrorista
6. Familia. Dice que le va de maravilla en el amor. Está casado con Bertha Valle y tiene una hija llamada Alejandra. Su viernes en la noche perfecto sería estar “echado sobre el sofá con mi esposa y mi hija, viendo Netflix y comiendo rosquillas jinoteganas”.
7. Apetito. En entrevistas anteriores ha asegurado que en su refrigeradora nunca puede faltar el queso porque es “peor que un ratón”. La sopa de frijoles es una de sus comidas favoritas.
8. Vergüenza. El episodio más vergonzoso que ha vivido fue cuando una vez entró a la vela de una persona equivocada.
9. Política. En 2015 aseguró que si decidiera entrar en la política lo haría a través de una alcaldía y aunque los partidos políticos de oposición le había ofrecido una precandidatura, en aquel entonces aseguró que no era el momento.
10. Mojado. A los 12 años su madre lo envió indocumentado hacia Estados Unidos. Duró dos semanas para llegar a la frontera entre México y Estados Unidos, y cruzó el río Bravo nadando. Del otro lado lo esperaba un campamento de refugiados. Después fue adoptado por una familia nicaragüense.
Además | Félix Maradiaga: “Ortega es un peligro para el país”