Después de la masacre de abril que despertó radicalmente a Nicaragua y desnudó a la dictadura de Ortega como opresora, asesina y cínica, el pueblo viene clamando a gritos que Daniel Ortega y Rosario Murillo tienen que irse del gobierno.
Esta exigencia de que se vaya Ortega tiene al menos seis razones fundamentales para que sea una demanda justa, necesaria, lógica e impostergable.
La primera. Han dejado de ser gobierno y Estado, al no cumplir sus responsabilidades constitucionales de buscar el bien común para los ciudadanos que con sus impuestos pagan sus sueldos. No resguardaron la vida, no atendieron las demandas, nunca quisieron dialogar, imponían todo, todo mundo les planteaba sus problemas y estaban sordos, ciegos y mudos. No cumplieron, están despedidos.
La segunda. Responder con balas homicidas a las demandas sociales de los jóvenes universitarios que reclamaban por las reformas al INSS y la negligencia del incendio de Indio Maíz. Conciencia social y ecológica de los jóvenes.
La tercera. Porque pretenden destruir el futuro de Nicaragua al someter a la juventud a su modelo bastardo, asesinando vilmente a unos como la masacre de abril, y alienando y domesticando a otros.
La cuarta. Porque lo que han construido es un Estado que no solo no respeta los derechos humanos, como es su mandato, sino que han construido alrededor del Estado un tejido de represión de fuerzas policiales, paramilitares y turbas violentas, y les han dado la misión de reprimir, ahogar protestas, matar la libertad y la misma vida.
La CIDH ha sido contundente en señalar esta estructura de represión que ha cobrado ya 76 muertes. Han destruido el Estado y por ello deben abandonar el gobierno.
La quinta. Porque no tienen el mínimo arrepentimiento de haber hecho la más grande masacre estudiantil de la historia de Nicaragua, ni disculpas han pedido a las madres que perdieron a sus hijos, no se les ve propósito de enmienda, son cínicos, y por lo tanto han perdido todo rastro de ética, moral y derecho a seguir siendo gobierno, ya no son gobierno, ya no pueden gobernar.
La sexta. Porque el diálogo que le rogaron a los obispos que promovieran, lo han usado y abusado para ganar tiempo, solo quieren seguir en el poder, no quieren ningún cambio, no darán concesiones de nada, y todo lo enmarcan como marxistas en manipular, engañar, hacer zancadillas, prometer, aparentar, y el colmo, no quieren oír nada que vaya en contra la Constitución, por eso quieren que Ortega siga hasta el 2021, por lo menos.
¡Se tienen que ir! Los universitarios y los campesinos nos han mostrado el camino de recuperar la dignidad como país y honrar a nuestra Patria Azul y Blanco.
El autor es socialcristiano y exembajador de Nicaragua en Alemania.