Después de la primera represión que vivió Masaya, una de las ciudades que se ha levantado contra el régimen de Daniel Ortega, se desató una ola de saqueos que “barrió” con la mayoría de comercios del centro de la ciudad; sin embargo, desde que el pueblo se unió y levantó barricadas hace trece días, ningún negocio ha sido robado.
Los promotores del saqueo pertenecen a grupos afines al Gobierno, quienes amparados en la oscuridad y armados de cualquier tipo de herramienta, llegaban a los negocios, forzaban las cerraduras que habían sido aseguradas por soldaduras, ingresaban al lugar, y se llevaban todo, según relata la misma ciudadanía.
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En número, los saqueadores eran mayor a cincuenta personas. El saqueo afectó a negocios de zapatos, gasolineras, restaurantes, ventas de ropa y hasta una casa particular, ubicada a un costado del parque central de Masaya.
Una comerciante de la ciudad contó que desde que se pusieron las barricadas, pueden dormir más seguros, ya que antes debían estar pendiente por cualquier intento de saqueo. Desde la noche del 1 de junio, cuando en la mañana de ese viernes, los saqueadores intentaron violentar la sucursal de un banco en Masaya, el pueblo decidió, en la noche, bloquear entradas y salidas de la ciudad, hacer vigilancia y parar la ola de pillaje.
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La población, además de vivir la zozobra por la violación a varios negocios, también temían que los saqueadores entraran a robar a las viviendas, lo cual se evitó.
Al respecto, Yubrank Suazo, integrante del Movimiento 19 de Abril de Masaya, expresó que desde que el pueblo se organizó con las barricadas, como método de defensa, “ha quedado evidente que el saqueo que estaba siendo promovido por el Orteguismo, por las fuerzas de choque, ha sido controlado (…)”, refirió.
Acuerdo fallido
A mediados de mayo hubo un fallido acuerdo obtenido con el subdirector de la Policía Nacional, comisionado general Ramón Avellán, quien está atrincherado en la delegación policial de Masaya. El oficial se había comprometido a patrullar la ciudad y vigilar para evitar los saqueos, ya que varios dueños de negocios se quejaron que esa institución no tomaba acciones respecto a la situación; sin embargo, el contenido del mismo, fue manipulado en medios oficialistas.
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El acuerdo contemplaba que la Policía no podría entrar a Monimbó, por el rechazo de la población hacia esa institución. Suazo señaló que quisieron manipular la información y dejar “mal plantado” la postura del Movimiento 19 de Abril, e incluso, la postura de apoyo y mediación que tuvo la Iglesia Católica, representada por medio del Padre Bismarck Conde.
Gracias a sus trincheras y al trabajo articulado de la población en Masaya se logró detener los robos a los establecimientos.
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