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Los miembros de la Conferencia Episcopal, fueron recibidos en Masaya, tras el clamor de este pueblo cuando la Policía y fuerzas paramiliatares armados con fusiles de guerra, pretendían masacrar a la población. LA PRENSA/Manuel Esquivel

Obispos frenan una nueva masacre de policías y paramilitares en Masaya

El Cardenal Leopoldo Brenes y el representante del papa Francisco en Nicaragua lograron convencer al comisionado Ramón Avellán de frenar la represión y liberar este viernes a los detenidos 

Las campanas de las iglesias de la ciudad de Masaya sonaron esta vez no para avisar la llegada de los escuadrones de la muerte, integrados por policías y paramilitares, como se ha vuelto costumbre en esa ciudad. Esta vez anunciaban la llegada de la esperanza de la mano de la visita de los obispos, que este jueves se trasladaron en comitiva a esa ciudad para frenar la masacre que el gobierno de Daniel Ortega había iniciado desde las primeras horas de la mañana en la cuna del folclor.

Tras una breve peregrinación con el Santísimo, el clero de Managua y sus obispos lograron penetrar el sitio desde donde se ordenan los ataques a civiles: la delegación policial, comandada por el comisionado Ramón Avellán, que es acusado por la población de ser el responsable de dirigir las masacres de las últimas semanas en esa ciudad.

El comisionado Avellán se comprometió con nosotros a suspender todo hostigamiento. Yo le dije que si esto se incumplía, yo lo iba a llamar más noche”, dijo el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, que llegó acompañado a Masaya por Stanislaw Waldemar Sommertag, delegado del papa Francisco en Nicaragua.

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La Iglesia también logró, al menos verbalmente, que Avellán se comprometiera a liberar a todos los detenidos de Masaya, Nindirí, Masatepe y Ticuantepe, quienes se encuentran privados de libertad en las cárceles de El Chipote, en Managua.

El cardenal Leopoldo Brenes, el comisionado Ramón Avellán y el nuncio apostólico en Masaya. LA PRENSA/JADER FLORES

El delito de estos detenidos ha sido manifestarse pacíficamente contra el régimen y exigir la salida inmediata del poder de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes llevan diez años gobernando Nicaragua con guante de hierro. Ortega los acusa de vándalos, terroristas y “vampiros que quieren sangre”.

“Hemos hablado por más de una hora con el comisionado Avellán y se ha comprometido con detener los ataques. El señor nuncio y yo igual hemos pedido la liberación de todos los detenidos en Masatepe, Tipitapa, Masaya, Nindirí, y en otros lugares hemos presentado las listas de los detenidos. Él se ha comprometido en liberarlos mañana (hoy viernes)”, dijo Brenes en Masaya, luego de finalizar la reunión con la autoridad policial.

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El arzobispo de Managua afirmó que ha dejado como delegados a los sacerdotes Bismarck Conde, el padre Edwin Román y al doctor Álvaro Leiva, de los derechos humanos, para que den seguimiento al compromiso asumido por Avellán.

Báez a Ortega y Murillo: “Ni un muerto más en Masaya”

Tal es la angustia y desesperación de los pobladores de Masaya, que estos al ver llegar a la delegación de religiosos doblaron sus rodillas en el pavimento y pidieron llorando justicia y cese de la represión orteguista.

Durante la marcha, esta ciudad, que históricamente fue aliada de Ortega, clamaba por la caída del régimen, que en dos meses ha asesinado a más de 170 nicaragüenses, incluida una familia que fue quemada viva en Managua.

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Además de los religiosos llegaron a Masaya representantes de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia. Los pobladores salieron de sus casas, de las trincheras, para ondear sus banderas azul y blanco, que en las últimas semanas se ha convertido para el régimen casi en un delito portarla.

Durante la homilía en las afueras de la parroquia San Sebastián, ubicada en el heroico pueblo de Monimbó, monseñor Silvio José Báez llamó a Ortega y Murillo a cesar la violencia. “Desde aquí, con todo mi corazón, sufriendo por mi ciudad, como creyente, que creo en la vida y en la paz, quiero hacer un llamado a Daniel Ortega y Rosario Murillo, ni un muerto más en la ciudad de Masaya”, exclamó con voz fuerte Báez, quien es originario de la Ciudad de las Flores.

Por su parte, el cardenal Brenes se unió a la demanda de su obispo auxiliar y pidió a las autoridades de Gobierno el cese definitivo de la represión.

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Stanislaw Waldemar Sommertag, representante del papa Francisco, llamó al pueblo de Masaya a no usar la violencia, exhortándolos a creer en Dios como el medio para superar la violencia.

Sector privado sigue firme

José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y quien participó junto a los obispos y el pueblo de Masaya en la caminata, lamentó las tomas de tierras contra el sector privado y la agresión a las instalaciones de la empresa Cargill.

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Sin embargo, el líder empresarial dejó claro que pese a los ataques al sector privado, la posición del sector privado no va a cambiar, “porque hemos estado consecuentes con esto desde el 19 de abril, y en ese sentido, tenemos que afrontar las circunstancias y seguir para adelante”.

Bajo fuego policial y paramilitar

Masaya amaneció este jueves bajo fuego, otra vez, debido a un nuevo ataque dirigido por las fuerzas paramilitares y policiales, que desde este martes llegaron a la ciudad y la han mantenido sitiada.

Este nuevo ataque dejó de forma extraoficial a una persona muerta, según la misma población que resistió la refriega. A las 5:00 de la mañana inició el ataque en el sector de la rotonda Las Flores, después avanzaron sobre carretera Masaya-Catarina, frente a la planta de la empresa transnacional Cargill.

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En esta última, hubo un incendio cerca de las 11:00 de la mañana. Según la misma población, los paramilitares le prendieron fuego a un vehículo dentro de las instalaciones de la empresa Cargill.

Los paramilitares y antimotines se abrieron paso a punta de balas con el objetivo de “barrer” las barricadas que la población ha construido en la zona para defenderse de ese tipo de ataques. Desde Monimbó y los barrios Las Malvinas, 26 de Febrero, Héroes y Mártires y otros, los jóvenes salieron a defenderse con piedras y morteros, teniendo como escudo algunas barricadas, mientras los “escuadrones de la muerte” los reprimían con disparos.

Política Daniel Ortega Masaya represión archivo

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