Róger Mairena y Luis Ernesto Rostrán Ruíz, empleados de la Alcaldía de Sébaco municipio de Matagalpa, fueron entregados este sábado a sacerdotes de distintas parroquias de ese municipio.
Los trabajadores públicos habían sido detenidos por autoconvocados el viernes por la tarde, entre los sectores de La Lima y Agua Zarca, uno de los manifestantes dijo que Mairena, Rostrán y otras dos personas que fueron liberadas en el momento andaban armados con escopeta y pistola persiguiendo a quienes hasta el 10 de junio se había mantenido protestando con un tranque en el puente principal de Sébaco.
“Desde ese día nos andan dando persecución los sicarios del alcalde (Luis Martínez Medal) y ayer (viernes) nos querían encarar, hicieron uso de escopetas queriéndonos encañonar, pero fuimos más rápidos y los encañonamos a ellos”, dijo el manifestante.
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Agregó que no hubo disparos de ninguna parte, “los pusimos boca abajo y escogimos a los dos que trajimos. Uno de ellos dijo que iba a cooperar con nosotros y él mismo le pegó fuego al camión, pero solo la parte de los asientos”. finalizó el manifestante.
Mayra y Noel que fueron liberados de inmediato por los manifestantes alertaron a un grupo de paramilitares oficialistas que se movilizaron con distintos tipos de armas presuntamente desde la Alcaldía, para ir a buscar a Mairena y Rostrán.
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Por su parte los trabajadores públicos dijeron no tener ninguna queja, “nos han atendido de maravilla, no tenemos ningún golpe, incluso yo padezco de la presión y de gastritis y ellos han estado al pie de la letra con las pastillas”, afirmó Mairena, conductor del área administrativa de la Alcaldía de Sébaco.
Rostrán, por su parte, señaló: “nos han tratado bien, nos han dado comida y todo y estoy alegre porque sé que ellos me están garantizando que voy a volver a ver a mi familia”
Paramilitares mataron a un hombre
Cuando iban a buscar a Mairena y Rostrán, un kilómetro antes de llegar a la comunidad El Cacao, los paramilitares oficialistas atacaron a balazos a los cuatro ocupantes de un jeep rojo que manejaba el pequeño comerciante de ganado y de carne de res, Roberto Álvarez Treminio, quien quiso regresar hacia el caserío.
Sin embargo, Alejandro Castellón, quien iba como copiloto en el vehículo, fue alcanzado por las balas y murió en el acto. Castellón e Hipólito Herrera habían contactado a Álvarez, antes del mediodía del viernes, para informarle que Bismark Tinoco vendía una vaca.
Los cuatro andaban en el jeep con un tráiler anexo, en el que transportaban la res desde El Cacao hacia Chagüitillo.
Cuando fueron atacados a balazos, Tinoco logró entrar a una casa sin ser detectado por los paramilitares; pero estos encañonaron a Álvarez y Herrera, les pusieron capuchas y en las camionetas los llevaron hacia la delegación municipal de la Policía en Sébaco, donde fueron liberados poco después.