Tras una primera apertura en la que excedió las expectativas y generó comparaciones con un joven Mariano Rivera, Jonathan Loáisiga realizó una segunda presentación, que pareció más a tono con un novato extraído de Doble A y enviado directamente a Grandes Ligas.
Loáisiga exhibió un arsenal eléctrico, lo suficientemente amplio y confiable como para ser empleado en cualquier circunstancia y ante cualquier bateador, pero careció de control y eso limitó su permanencia en el montículo, mientras generaba alguna incertidumbre.
Y aunque dos aperturas es un trayecto muy corto para llegar a conclusiones definitivas, lo cierto es que el nica ha mostrado el material, pero quizá necesite el pulimento para ser el lanzador que impactó en las Menores y que los Yanquis visualizaron al ser ascendido.
“De todas formas, su promoción es una decisión agresiva de los Yanquis”, considera Jake Devin de SBNation.com. “Un novato con una trayectoria increíblemente limitada, ha sido puesto a abrir juegos en medio de una feroz carrera por avanzar a los playoffs”, agrega.
Eso demuestra la confianza de los Yanquis en el Pistolero de Las Sierritas, porque pese a tener otras opciones en las Menores, lo seleccionaron a él y a pesar de sus resultados de altibajos, hoy estará de nuevo en la colina (5:05 p.m.) frente a los Filis en Filadelfia.
¿Pero qué se podría concluir sobre Loáisiga? “Hay cosas buenas y malas en sus trabajos”, considera Devin. “Lo malo es bastante obvio: careció de control y no avanzó profundo en los juegos”. Sin embargo, hay muchas cosas buenas que el analista pone en evidencia.
Mientras comienza a diseccionar lo ocurrido, Devin señala que seis bases en 8.2 entradas, indican que ha dado bases al 15.8 por ciento de sus rivales en las Grandes Ligas, todo un contraste con el porcentaje de 2.20 que exhibía en las Ligas Menores esta campaña.
“De acuerdo a Fangraph, solo el 36 por ciento de los envíos de Loáisiga entraron a la zona de strikes, lo que está por debajo del average de la liga (43 por ciento) y considerando lo bien que lo hacía en las Menores, esto podría traducirse a nerviosismo”, señala Devin.
Sin embargo, el analista sostiene que es mucho más lo bueno en las presentaciones del nica, que lo que se le pueda cuestionar. Devin indica que la combinación de tres disparos del pinolero, lo muestran como un lanzador de Grandes Ligas, que necesita ajustes.
“Aún quedan dudas si Loáisiga tiene el pulimento para competir al nivel de Ligas Mayores, pero de que tiene talento para sacar outs a los bateadores, no hay duda. Necesita ajustes, pero su labor en las Menores indica que no hay nada que se no se pueda arreglar”, afirma.
La bola rápida de Jonathan ha viajado a más de 95 millas promedio en sus dos trabajos e incluso en su primera faena hizo un último disparo a 97 millas, mientras dispone de otros dos lanzamientos secundarios (curva y cambio) que le permiten no ser predecible.
“Statcast mide la velocidad ‘efectiva’ que toma en cuenta qué tan cerca del homeplate es soltado el envío y como Loáisiga mide 5’11, es de esperarse que su velocidad real exceda su velocidad efectiva, pero no. Su velocidad efectiva fue de 95.7 y la real 95.6”, agrega.
En conclusión, lo bueno de Jonathan supera a lo malo. Ha mostrado velocidad fácil y un par de formidables disparos secundarios. Necesita pulimento, pero las herramientas para ser un lanzador efectivo a nivel de Grandes Ligas, están ahí, solo tiene que mostrarlo.
Y quizá todo comience por soltarse, sacudirse la presión que implica el tratar de responder a las expectativas en un nivel exigente. Lo esencial es que tiene el talento, solo es cuestión de recuperar la confianza y volver a ser el chavalo agresivo que ataca a los bateadores con poder y control.
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