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Monseñor Bosco Vivas Robelo, obispo de la Diócesis de León y Chinandega. LA PRENSA/ EDDY LÓPEZ

Monseñor Bosco Vivas Robelo, obispo emérito de la Diócesis de León. LA PRENSA/ EDDY LÓPEZ

Monseñor Bosco Vivas: “No cerrar las puertas al diálogo”

El tema de la democratización ha sido evadido por el gobierno de Daniel Ortega, quien justifica que mientras no se levanten los tranques no podrían abordarlos. Eso tiene empantanado el diálogo.

Monseñor Bosco Vivas Robelo, hizo un llamado a las partes en el Diálogo Nacional a buscar el consenso para encontrar una solución a la crisis que atraviesa Nicaragua, iniciada desde el pasado 19 de abril que le ha costado la vida a 285 ciudadanos, que han sido asesinados en actos violentos por la represión gubernamental.

“El llamado es no cerrar las puertas al diálogo porque si esto, al  fin y al cabo si esto (crisis socio política) no llegara arreglarse ahora, lo cual Dios no lo quiera, ojala si lo logremos, en un futuro, después de mucho sufrimiento y más sangre desgraciadamente que es lo que se podría prever si el diálogo se cierra, en algún momento habría que volver a platicar; entonces, evitemos baños de sangre que ya son suficientes para que ahora que lo tenemos en las manos,  lo aprovechemos con la mejor voluntad, para ver si encontramos puntos de encuentro y poner bases a una democracia, no de un dia o  de 10 años sino algo que le de la paz a Nicaragua que durante décadas no ha tenido”, exhortó Vivas, quien forma parte de los obispos mediadores en el Diálogo Nacional.

En estos momentos las conversaciones entre el gobierno del presidente designado por el Poder Electoral, Daniel Ortega y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, se encuentra en un impasse, ante la negativa de Ortega en debatir temas de democratización del país, que es la exigencia de la sociedad civil y el planteamiento que los obispos expusieron desde el inicio de las conversaciones.

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El gobierno ha incumplido varios compromisos que se han planteado en la mesa del diálogo. El gobierno se comprometió de palabra cesar la violencia y más bien la recrudeció. Las organizaciones de derechos humanos internacionales, como la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) le pidió cesar la represión y respetar las marchas pacíficas, pero la respuesta ha sido siempre el recrudecimiento de la violencia gubernamental a través de los grupos parapoliciales y de la policía.

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La Conferencia Episcopal exige al gobierno cesar la represión a las protestas como condición para que avance el diálogo nacional. LA PRENSA/ CARLOS VALLE

El pasado 15 de junio, durante una sesión plenaria del Diálogo Nacional, el ejecutivo se comprometió a cesar la represión, sin embargo, al día siguiente, el 16 de junio, una familia entera fue quemada dentro de su casa en el barrio Carlos Marx, en Managua. Según los testigos, los autores de esa masacre a la familia Pavón, fueron grupos paramilitares, protegidos durante su acción criminal por patrullas policiales.

En espera de consenso

Monseñor Bosco Vivas, quien preside en este momento la Comisión de Mediación y Testigo del Diálogo Nacional, ante la ausencia del cardenal Leopoldo Brenes, quien se encuentra en Roma, donde sostendrá una audiencia privada con el papa Francisco, para abordar la crisis de Nicaragua, explicó que está esperando que las comisiones del diálogo se pongan de acuerdo para retomar las conversaciones.

“Estamos en espera del consenso de las comisiones para ver la conveniencia de citar la continuación del diálogo o ver cuales serían los puntos que se tendrían que profundizar en los que posiblemente quedaron de acuerdo o aquellos en los que no están de acuerdo para darles ya un estudio último y ver si es posible llegar a un consenso en lo fundamental, porque está muy difícil (el consenso) te lo digo sinceramente”, lamentó el Obispo Vivas Robelo.

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El tema de la democratización  ha sido evadido por el gobierno de Daniel Ortega, quienes justifican que mientras no se levanten los tranques no podrían abordarlos. En ese sentido, el Obispo Vivas, dijo que no está en facultad de juzgar a nadie por el impasse del Diálogo Nacional.

Daniel Ortega y Rosario Murillo en el inicio del diálogo nacional en el seminario de Fátima en Managua. LA PRENSA/ CARLOS VALLE. Dipilto
La pareja presidencial, Daniel Ortega y Rosario Murillo. LA PRENSA/ CARLOS VALLE

“Yo no puedo juzgar porque siendo mediador no puedo ser juez, pero quiero confiar en que están actuando con sinceridad poniendo como objetivo la pacificación de Nicaragua y evitar mayores violaciones a los derechos humanos, más muertos y violencia”, reflexionó el jerarca católico.

Desde el inicio del diálogo el pasado 16 de mayo, lo único que se ha logrado es la conformación de las comisiones de verificación y seguridad, para darle seguimiento al tema de los derechos humanos, la comisión electoral y judicial para abordar el tema de la democratización, sin mayores logros alcanzados.

Caudillo callado con anticipación de elecciones

Los obispos le han pedido a Ortega en reiteradas ocasiones que conteste por escrito si acepta elecciones adelantas, no obstante, el caudillo no responde a esa demanda. Los obispos también han pedido a Ortega el cese de la represión, pero el dictador la ha incrementado y cada día producto de la represión gubernamental continúa creciendo el número de víctimas en manos de policías y paramilitares.

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Los miembros de la Alianza Cívica que está compuesta por el sector empresarial, estudiantes universitarios, campesinos y miembros de la sociedad civil, informaron que ante la negativa de Ortega de abrirse al tema de la democratización, esta semana retomarán protestas y marchas pacíficas para presionar a Ortega, quien gobierna el país desde el 2007, junto a su esposa, la actual vicepresidenta Rosario Murillo.

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