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Miles de nicaragüenses han pasado por el trago amargo de perder su empleo en los últimos dos meses.

¿Perdiste tu empleo en plena crisis? Sigue estas recomendaciones

En la actual situación del país, tanto si perdiste tu empleo como si tenés el privilegio de tenerlo, es necesario tomar algunas medidas y seguir ciertas recomendaciones

Perder el empleo se volvió parte de la cotidianidad en Nicaragua. En los últimos dos meses miles de nicaragüenses han perdido su trabajo y quienes aún laboran temen por su estabilidad laboral, debido a la crisis sociopolítica que vive el país y que ha debilitado a las empresas y la economía en general.

Lamentablemente la crisis nos tomó a todos por sorpresa y la mayoría de las personas que han pasado al desempleo no se lo esperaban ni estaban preparadas en cuanto a tener un fondo de emergencia o ahorros, al contrario, muchos tienen altos niveles de deudas. Lo importante es enfrentar la situación, veamos cuáles son las recomendaciones de los especialistas.

Analiza tu situación financiera. Haz un cálculo de cuántos son tus gastos, ahorros, liquidación y deudas. Con base en todo esto, podrás tener claro cuál es tu situación financiera y trazar un plan.

Estira tu liquidación. El dinero que tienes ahorita es todo tu capital y no sabes por cuánto tiempo más estarás en esta situación, de manera que es imperativo administrarlo de la mejor manera. Una vez conociendo tu situación financiera podrás trazar tu plan de acción, lo ideal es que te cubra de tres a seis meses, es decir que con ese dinero debes hacer un presupuesto para ese periodo. Tu presupuesto debe incluir únicamente lo esencial: alimentación, servicios básicos y techo. Si tenés deudas separa las cuotas de al menos tres meses mientras generas nuevos ingresos y no sin antes hacer un arreglo con la institución a la que le debes.

Recorta todos los gastos que puedas. Recorta los gastos superfluos e inclusive aquellos que durante tuviste empleo considerabas necesarios, por ejemplo: cable, internet, plan de telefonía (puedes quedarte comprando recargas cuando lo necesites), mensualidad de gimnasio, taxis, gasolina (puedes dejar de usar el vehículo y transportarte en bus), gastos de recreación, comidas fuera, etc. Deja solo lo realmente esencial.

Al toro por los cuernos. De las deudas no puedes huir. Si bien no hay cárcel por deuda, no pagar es una especie de muerte en tu vida financiera y cuando todo esto pase y quieras echar a andar tu economía no tendrás las puertas del financiamiento abiertas. Así que tienes que hacer la suma total de tus deudas e incluirlas en tu plan de sobrevivencia.

Aprovecha las oportunidades. En días pasados las instituciones financieras publicaron una normativa que permite acogerte a una serie de beneficios si has sido directa o indirectamente perjudicado por esta situación del país. Si hasta el momento que perdiste tu empleo fuiste un buen cliente, esta normativa te permite renegociar las condiciones de tu crédito, lo importante es acercarte a la institución antes de caer en incumplimiento, plantear tu situación e inclusive plantear opciones, quizá si tu cuota era de doscientos dólares, ahora se te permita pagar solo cien. Una opción viable es pagar las deudas que tienen tasas de interés más altas y renegociar las otras. No firmes si no estás claro o si sabes que no vas a poder cumplir. Una de las ventajas de esta normativa es que no se alterará tu calificación de riesgo o récord crediticio.

No te eches a morir. Aunque el desempleo es un golpe duro y estresante, hay que tener fortaleza para salir de esta adversidad y una manera de hacerlo es buscar inmediatamente una manera de generar ingresos aunque estos no sean los que tenías en tu empleo. Puede ser a través de un negocio en la casa, prestar tus servicios tercerizados a un menor precio, vender algunos objetos o incluso ropa en buen estado que no utilizas, etc. Recuerda que en este contexto las empresas no están contratando y hay que generar ingresos de manera informal.

Ahorra lo más que se pueda. Ahora más que nunca tienes que ahorrar, pero toma en cuenta que no se trata solo de guardar efectivo, también ahorras al no gastar o gastar menos y eso se puede hacer desde casa: trata de bajar el consumo de energía apagando luces que no estás utilizando, si tienes aire acondicionado considera no usarlo o reducir su uso, desconecta todos los aparatos eléctricos que no estás utilizando, baja el consumo de agua para que te baje el costo de la factura, si comías carne todos los días redúcelo a dos o una vez a la semana, etc.

Si tienes empleo…

En la actual situación del país todos debemos estar preparados financieramente. Como no vivimos una situación normal, no debemos gastar igual.

Lo primero que debes hacer es recortar gastos y destinar un mayor monto al ahorro si ya estabas ahorrando y si no lo hacías, es hora de empezar.

Trata de no caer en el consumismo. Si quieres tener suficiente provisión, compra todo aquello que de todos modos vas a consumir, de manera que si no pasa nada, simplemente compraste antes lo que de todos modos tenías que comprar y no gastarás en eso en el futuro.

Calcula a cuánto ascienden tus deudas y si representan el 40% o más de tus ingresos significa que ya estás sobrendeudado y debes trazar un plan para revertir esa situación. No es igual enfrentar el desempleo libre de deudas o con un monto manejable, que sobrendeudado.

Fuentes:
Luis Murillo Orozco, economista.
Gisella Canales, especialista en Finanzas Personales y autora del blog Dele Peso a sus Pesos.

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