Para los analistas Uriel Pineda y Mauricio Díaz, es prematuro valorar que el triunfo del líder de izquierda, Andrés Manuel López Obrador como presidente de México, vaya a dar oxígeno a los gobiernos populistas de América Latina cuando esos están en sus puntos más bajos. Al contrario, ellos creen que tratará de marcar distancia.
López Obrador —conocido popularmente como AMLO—, candidato a la Presidencia de México por el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ganó este 1 de julio, con más del 53 por ciento de los votos, tras fracasar como candidato en 2006 y 2012.
Pineda considera que en el caso del presidente designado por el poder electoral de Nicaragua, Daniel Ortega, “no puede ver un aliado” en López Obrador, porque en el caso del futuro presidente de México los separa el hecho de que “hay un contrapeso de poderes en México, porque hay una institucionalidad más consolidada”.
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López Obrador fue gobernador de la Ciudad de México (2000-2005) y, según Pineda, su gestión es valorada de positiva, ya que se redujo la tasa de inseguridad, y programas sociales, como la ayuda económica universal a las personas de la tercera edad, fueron replicados por el Gobierno nacional.
“A pesar de que ha sido señalado por algunos sectores como un gobierno populista, lo cierto es que tiene un historial de gestión de gobierno (de la Ciudad de México) que no se le puede reprochar, y tampoco de tener intolerancia hacia los medios de comunicación ni de tener una gestión negativa, que no es el caso de Daniel Ortega”, afirma Pineda, experto en Derechos Humanos.
Quizás el factor que Pineda da para no creer que AMLO será un aliado ideológico importante para Ortega y otros caudillos populistas como el de Venezuela, Nicolás Maduro, es que para México son vitales las relaciones con Estados Unidos.
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“López Obrador sabe que la situación de México con Estados Unidos en este momento no es fácil, en materia de Migración y sobre todo económica, pero será su tarea más grande enfrentarla y no lo veo arriesgar eso para apoyar proyectos políticos fracasados como son los de Ortega y Maduro”, opinó Pineda.
Similar lectura tiene Mauricio Díaz, exembajador de Nicaragua en Costa Rica, para quien “es prematuro definir” si López Obrador comulga con la izquierda de demagogia como la de Ortega.
“México es un país que tiene una importancia geopolítica estratégica en la región y es difícil que López Obrador quiera imponer un modelo ya desgastado como es el del populismo. Hay que esperar a ver qué hace”, dijo Díaz.
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Ortega saludó “victoria histórica”
El presidente designado Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta designada, Rosario Murillo, enviaron el lunes una carta saludando a Andrés Manuel López Obrador por su “victoria histórica” en las presidenciales de México, celebradas el pasado domingo, y que ponen por primera vez a un representante de izquierda en el Gobierno de ese país del norte.
“En estos tiempos complejos, tu llegada a la Presidencia de México, después de una tenaz y valiente lucha, muestra la capacidad indoblegable del espíritu de nuestros pueblos”, expresó la pareja presidencial de Nicaragua a López Obrador.
Ortega y López Obrador tienen similitudes, pues ambos llegaron al poder luego de ser derrotados en varios intentos. Pero el caudillo sandinista llegó a la Presidencia en 2006 y se ha mantenido gracias a los fraudes electorales del FSLN.