Hasta abril se ha destinado 3.2 millones de dólares para subsidiar el pago de la factura del servicio de energía eléctrica de los usuarios, quienes viven en los asentamientos, para la misma fecha el año pasado se había desembolsado 2.9 millones de dólares para cubrir esta política.
En total el año pasado se destinó 8.6 millones de dólares para subsidiar el servicio de energía eléctrica en los asentamientos, beneficio que se mantiene desde junio del 2008 y se tiene previsto que termine en el 2020.
Sin embargo con la crisis sociopolítica que enfrenta el país todos los subsidios que salen del Presupuesto General de la República, como este podrían ser reducido por la fuerte caída en la recaudación de impuestos, señalan economistas.
El informe publicado en el sitio web del Instituto Nicaragüense de Energía (INE), detalla que desde junio 2008 hasta abril de este año la política de subsidio a los clientes de los asentamientos ha requerido el desembolso de 74.3 millones de dólares del Presupuesto General de la República.
En abril cuando inició la crisis sociopolítica en Nicaragua, esta política le costó al Gobierno 843 mil dólares, aunque se desconoce a cuantos usuarios y asentamientos se benefició.
Establecido por la ley
En 2015, en la antepenúltima reforma a la Ley 554, Ley de Estabilidad Energética, se estableció que se continuaría subsidiando a los consumidores de los asentamientos humanos espontáneos y barrios económicamente vulnerables por un período de sesenta meses. Este plazo se cumple en 2020.
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El economista Adolfo Acevedo señala que el subsidio a los asentamientos se asume para aliviar las pérdidas comerciales (robo de electricidad) que tiene la distribuidora de energía en este segmento de usuarios.
“En la mayoría de los asentamientos la gente está conectada ilegalmente y legalizar a ese sector es bien complicado porque hay que andar casa a casa y además hay que ver que el nacimiento de más asentamientos humanos provoca que estas pérdidas se mantengan”, explica Acevedo.
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Aunque el informe del INE no detalla cuántos asentamientos reciben este subsidio, se calcula que son más de trescientos los que son beneficiados con esta política. Aunque hay que tomar en cuenta que cada año surgen nuevos barrios vulnerables, cuyos habitantes se conectan ilegalmente a la red de suministro eléctrico.