“Los policías mierdas me lo mataron, ¡qué causalidad que con un disparo en la frente de mi hijo! ¿Quién pega en la frente? La Policía. ¿Quién anda las armas? La Policía”, sostuvo entre sollozos la madre del policía López, minutos después de haber reconocido el cuerpo de su hijo en las gavetas del Instituto de Medicina Legal (IML).
Vivas aseguró que el sábado, un día antes del crimen, su vástago le comunicó que ya había solicitado la baja en la Policía porque no estaba dispuesto a reprimir al pueblo.
La madre criticó que el domingo, cuando ella llamó para preguntar por la salud de su hijo, le informaron que había recibido un balazo en la pierna y este lunes que revisa el cuerpo en el IML, confirmó que el impacto de bala fue en la frente.
“Hablé anteayer con él y le dije ‘hijito salite de la Policía, yo no quiero que estés allí’. ‘Mamá, ya pedí la baja —me dijo—. Y sabe qué me dijeron, que si yo me salía de la Policía, mataban a toda mi familia’ (…) ¡y qué casualidad que anteayer (habló) y ayer (el domingo) ya lo matan!”, denunció.
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Según Vivas, todavía la mañana del domingo ella buscó hablar por teléfono con su vástago y a eso de las 6:00 a.m. del domingo lo llamó. Pero “ya su teléfono estaba apagado y después, del teléfono de él, atrevidamente llamaron al papá para amenazarlo, del teléfono de mi hijo, ya estando muerto mi hijo”, confió.
Nadie le informó
La madre del policía asesinado radica en San Carlos, Río San Juan, y asegura que tras conocer a través de las redes sociales que su hijo estaba herido, desesperada viajó hacia Managua, pero de la Policía Nacional nunca recibió información sobre la muerte de su vástago, tampoco le informaron dónde estaba el cuerpo.
Mientras Vivas llamó por teléfono a la Policía para preguntar sobre la suerte de su hijo, asegura que le decían “ya le informamos”, hacían como que se caía la señal y nadie le daba la información.
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Fue hasta a eso de las 11:00 p.m., del mismo domingo, que volvió a llamar a un oficial y este le informó que el cadáver estaba en la morgue del IML.
El muchacho, de 23 años, se integró a las filas policiales en 2014, estaba asignado a la Delegación de El Rama, pero hace unos seis meses lo reasignaron a la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP), según su madre, para que pasara un curso sobre técnica canina, por lo que permanecía en Managua.
López llevaba seis meses de participar en ese curso, pero tras las protestas a partir del 18 abril lo sacaron a las calles a reprimir a la población, situación con la que no estaba de acuerdo, dijo su madre.
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“Por eso lo agarraban para mandar a matar a la gente y me decía ‘mamá, yo estoy en contra de eso, yo no quiero estar aquí, pero me están amenazando’”, manifestó Vivas.
Ella conoció que recién iniciada la represión en abril su hijo pasó “cuatro días en la calle sin comer y sin beber (líquidos), cuidando a un presidente corrupto que lo único que le interesa es enriquecerse y mandar a matar a los pobres (…) y decir quiero paz. ¿La paz se consigue matando a la gente? Ese viejo (refiriéndose a Daniel Ortega) debería estar en el infierno, que ni siquiera en el infierno tiene perdón con todo lo que ha hecho”.
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El 13 de mayo, el día del cumpleaños de Vivas, el muchacho se fue a Santo Tomás, Chontales, donde él habitaba, y allí se encontraron. El fallecido se había ido sin permiso de la dirección de la Policía y permaneció durante 15 días.
Después de esa fecha regresó al trabajo, porque “lo amenazaron (que) si no se venía, lo iban a ir a traer a la casa con toda y su familia”.
Sobre quién era el jefe de López, Vivas dice que “ahora nadie sabe quién es el jefe, nadie sabe, el jefe de él es el del GIR (Grupo de Intervención y Rescate) de El Rama, pero no sé cómo se llama, pero ahora que llamo, nadie sabe nada de mi hijo, ya ellos me lo mataron, ahora no les interesa ni siquiera decir ‘este es el jefe’”.
Desertores viven en la clandestinidad
Todo lo relatado por Vivas fue ante el asesor legal de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Pablo Cuevas, quien dijo que han conocido también casos de oficiales de policía que desertaron y están viviendo clandestinos:
“Tenemos incluso grabaciones de policías donde según ellos mencionan que les dieron fusiles AK y que les dijeron ‘tienen luz verde para disparar’, pero afirman que no se hicieron policías profesionales para asesinar personas y desertaron”.
La tildaron de golpista
Fátima Vivas aseguró que una fotografía en la que ella aparece junto al coordinador del Consejo de Defensa de la Tierra, Medardo Mairena, le ha valido para que sea tildada como “golpista”.
Vivas aseguró que su hijo le había referido en un momento que “esa foto suya que tiene en el Facebook me está perjudicando en el trabajo”.
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La progenitora del joven asesinado aseguró que ella es amiga de Mairena. Y actualmente una persona que trabaja en el área de personal y cuadro de la Policía de El Rama, a la que identificó solo como Irela, aseguró en las redes sociales que a ella no le entregarían el cuerpo de su hijo “porque yo (Vivas) era una de las que andaba en los tranques”.
Vivas recordó una plática que sostuvo con el muchacho recién empezada la represión de abril, cuando lo fue a ver, y le dijo: “‘Hijo, no matés a tu pueblo’. Me fui y me le puse enfrente (..) aquí está tu madre matala, si vas a matar a tu pueblo matame a mí primero (…) ‘entonces me dijo: ‘No, madre, yo no voy a matar a nadie, yo no voy a reprimir, simplemente nos obligan’”.