Antes que estallara la crisis sociopolítica en Nicaragua, en el sector ropa del mercado Oriental era imposible alquilar un tramo, todos estaban ocupados, ahora, varios módulos están cerrados y disponibles para ser rentados.
El gigante del comercio también ha sido golpeado por la situación de incertidumbre y violencia que asedia al país debido a la represión por parte de fuerzas paramilitares.
Varios de los comerciantes cerraron sus tramos y se llevaron su mercadería por el temor de ser víctimas de saqueos; por esa misma amenaza, otros comerciantes decidieron levantar barricadas con piedras en las entradas principales del centro de compras y cercar el paso a los delincuentes.
Los tramos vacíos se concentran, principalmente, en el sector ropa. Ahí, la comerciante Fátima González se ausentó durante quince días por la inseguridad que se vivía en el mercado Oriental, pero ahora está de regreso.
Por fortuna, su arrendataria no le cobró el monto de la renta del mes pasado, pero esa no ha sido la suerte de otros, quienes han tenido que entregar los tramos que alquilaban porque no han podido recoger ni para pagar ese gasto.
Muchos comerciantes, dueños de dos o tres módulos en el sector ropa se han quedado solo con uno y han puesto en alquiler los demás, para sufragar todos los gastos.
La gran cantidad de gente que llegaba al Oriental no es la misma de antes de abril, para comprobarlo solo es necesario caminar por los andenes, donde se puede andar sin tropezar con otros pobladores, cuando antes, transitar los estrechos espacios implicaba un reto ante la cantidad de compradores.
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Rentar un tramo en el sector ropa del Oriental no costaba menos de quinientos dólares mensuales; sin embargo, por la caída en las ventas, y la poca afluencia de los compradores, el cánon de arriendo se puede encontrar hasta en trescientos dólares al mes.
González asegura que los compradores están empezando a llegar, y en comparación con los días anteriores, ahora están vendiendo un poco más.
No obstante, la comerciante de ropa, Jasmina Rosales, refirió que se vende poco, y que, principalmente, llegan para cuidar los negocios.
Moisés Mora, otro propietario de tramo, dijo que debido a la ausencia de clientes, muchas personas decidieron entregar sus tramos, ya que no pueden pagar el arriendo.
“Aquí estamos, bajo la mano de Dios, es el único que te ayuda y que te provee;que dos clientes, que un cliente, que a como te puede dar uno, no te puede dar nada, pero al dia siguiente, te da diez, te da 20”, indicó.
En el gigante del comercio existen alrededor de 9, 643 establecimientos, que representan el 12.7 por ciento del total de negocios económicos de la ciudad de Managua, en los que trabajan unas diecisiete mil personas, según datos de la Cartografía Digital y Censo de Edificaciones del Banco Central de Nicaragua.
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Construcción sigue en “veremos”
Los comerciantes del mercado también dijeron que la construcción del galerón que inició la comuna capitalina desde el 2017 se había detenido alrededor de un mes, pero que hace una semana se retomó; las razones las desconocen.
Esta obra está a cargo de la Alcaldía de Managua, tras el incendió que deboró 208 tramos el 14 de mayo de 2017. Los afectados aún siguen esperando que la construcción finalice, mientras tanto, han alquilado tramos en otras zonas del centro de compras.
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