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Andrés Manuel López Obrador, tres veces candidato a la Presidencia de México. Recién electo presidente por los mexicanos.

Andrés Manuel López Obrador: el “mesías” de México

¿Quién es AMLO, el hombre que persigue palomas y tiene los ojos del mundo puestos sobre México?

Es una persecución extraña. Un anciano pequeñito de cabeza algodonada corretea sigilosamente a una paloma que huye dando saltos y contoneándose por la calle, segura de que en cualquier momento podría escapar volando de su acosador. Como se entenderá, de la paloma no se sabe mayor cosa, pero todo el mundo conoce al anciano. Se trata de Andrés Manuel López Obrador, recién electo presidente de México en unos comicios que hicieron historia.

La escena, digna de la Pantera Rosa, no habría visto la luz de las redes sociales de no ser porque el propio López Obrador la compartió en su cuenta de Facebook, en octubre de 2016. De la misma manera en que decidió aparecer abrazando a un árbol en el documental autobiográfico “Este Soy”, presentado en diciembre de 2017.

A juicio de sus detractores, en su tercera campaña para alcanzar la Presidencia López Obrador intentó borrar su tradicional imagen de político autoritario, alborotador y pleitisto. Y quiso mostrarse como un “viejito que anda caminando tras una paloma de la paz”, aunque su verdadera naturaleza es conflictiva, violenta e iracunda, opina el periodista mexicano Pablo Hiriart, entrevistado por el diario Nación 321 en noviembre del año pasado.

Para Hiriart, el hombre que el pasado primero de julio arrasó en las elecciones presidenciales con el 53.17 por ciento de los votos, tiene ideales “bastante cambiantes” y evolucionó de un discurso muy de izquierda, en 2005, a una actual búsqueda del “codo de los grandes empresarios”.

AMLO, como se le conoce por las siglas de su nombre, no es un personaje fácil de comprender. Al parecer, se le ama o se le odia. Miles lo consideran “la esperanza de México”, un país sumido en la corrupción, la violencia y el narcotráfico que viene saliendo del desafortunado sexenio de Enrique Peña Nieto y que desde 1988 se encontraba bajo el modelo de gobierno que nació de la alianza entre el PRI y el PAN. Sin embargo, también hay quienes ven en él un peligroso complejo mesiánico y subrayan que su discurso nacionalista lo acerca a personajes como Donald Trump y Hugo Chávez Frías (o que su persecución de palomas lo pone al nivel de Nicolás Maduro).

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“Populista”, “autoritario”, “mitómano”, “dinosaurio retrógrada”, dicen sus detractores. Y AMLO se defiende con la sonrisa pícara con que se ha ganado a la gente. En mayo de 2017 declaró a El Universal que si “ayudar a los pobres” es ser populista y mesiánico, entonces lo es. Y más tarde, en su documental, volvió sobre el tema del autoritarismo para decir que si realmente fuera tan intolerante no permitiría que su hijo menor le vaya al América, el club de futbol más popular de México.

Además, a su favor tiene la gestión que realizó cuando fue gobernador del Distrito Federal, de 2003 a 2005, y demostró ser un político hábil.

López Obrador es tan contradictorio que a la fecha los analistas políticos ni siquiera se ponen de acuerdo sobre dónde deben ubicarlo: si a la derecha, el centro o a la izquierda. El profesor Rafael Garduño Rivera, entrevistado por CNN, intenta zanjear así la discusión: a partir del próximo diciembre, cuando asuma la Presidencia que tanto persiguió, AMLO va a tratar al sector privado con la derecha y al sector popular con la izquierda.

Este es Andrés Manuel López Obrador, el hombre en el que más de la mitad de los votantes de México ha depositado sus esperanzas, el político que tiene los ojos del mundo puestos sobre el país azteca.

AMLO promete reducir su salario como presidente a la mitad y, entre otras cosas, elaborar una “Constitución Moral” con valores básicos de convivencia. Sus políticas nacionalistas están en la mira y sus críticos temen que hagan colapsar la economía mexicana.

AMLO, EL POLÍTICO

  • Su primer acercamiento a la política fue en 1976 al apoyar la candidatura de Carlos Pellicer, quien buscaba ser senador en Tabasco por el PRI. Y su primer cargo público fue el de director del Instituto Indigenista de Tabasco, en 1977. Luego tuvo diferencias dentro del PRI yen 1988 se pasó a fundar el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
  • Con 34.5 por ciento de los votos, Andrés Manuel López Obrador fue electo, en 1999, como jefe de Gobierno capitalino, para el periodo 2000-2006.
  • Durante su paso por el Distrito Federal, enfrentó un intento de desafuero, luego de no acatar una orden judicial en la que se frenaba la expropiación del predio El Encino. Este hecho provocó marchas en las que participaron miles de sus seguidores, a los que AMLO afirmó: “Los quiero desaforadamente”.
  • Durante su paso por el gobierno capitalino realizó conferencias matutinas diarias, a las 6:00 de la mañana. Le gusta compararse con los gallos.
  • Como jefe de Gobierno inició la entrega de tarjetas a los adultos mayores, empezó la operación de la primera línea del Metrobús y la construcción del segundo piso del Periférico, pero relegó temas mucho más urgentes que la fluidez vial para los automovilistas, como el transporte público, el abasto de agua, la inseguridad y el empleo. Entre 2000 y 2004, el crecimiento del PIB en el DF fue inferior al crecimiento promedio acumulado en el resto de las entidades. Y el empleo formal entre 2000 y 2005 creció menos que en el resto de México.
  • Antes de que su periodo como jefe de Gobierno terminara, AMLO dejó el cargo para contender por la presidencia, dejando como líder del gobierno capitalino a Alejandro Encinas.
  • Perdió las elecciones en 2006, denunció un fraude y movilizó a miles de sus seguidores, que instalaron en Paseo de la Reforma un plantón que duró 48 días. Probablemente esto le hizo perder popularidad para las elecciones de 2012, cuando volvió a perder.
  • En 2011 fue creado el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), dedicado a impulsar la candidatura de AMLO, de cara a las elecciones de 2012. En julio de 2014 Morena se constituyó como partido y en julio de 2018 llevó a Andrés Manuel a la Presidencia de México.

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ORÍGENES

 

De joven, Andrés Manuel López Obrador.

Se llama Andrés por su padre, Andrés López Ramón, y Manuel por su madre, Manuela Obrador. Lorenzo López, su abuelo paterno, era un campesino sembrador de maíz, frijol, piña, chayote y chile y José Obrador, su abuelo materno, un español que vino a América en barco, a principios del siglo XX, escondido en un barril, relata la periodista mexicana Blanca Gómez en la biografía no autorizada “¿Y quién es? Historia de un hombre enigmático”.

Nació en la madrugada del 13 de noviembre de 1953 y fue el mayor de los siete hijos de Andrés y Manuela. Su infancia transcurrió en Tepetitán, Tabasco, donde abundan los peces llamados pejelagartos, razón por la que ahora se le conoce popularmente como “El Peje” y él vive aclarando que puede ser “peje” pero no “lagarto”.

De niño solía bañarse en el río del pueblo, un pueblo verde a más no poder; miraba las películas de “Santo, El Enmascarado de Plata”, y se aficionó al beisbol al punto de soñar convertirse en un jugador profesional. “En la tercera base era excelente”, relató en 2012 su hermano Pepín López Obrador, en entrevista con Excélsior.

“López Obrador vivió una niñez tropical, libre y feliz. ‘Fue un niño muy vivaracho —recordaba su padre— pero tenía una enfermedad: no se le podía decir nada ni regañarlo, porque se trababa’. Según parece, le decían ‘piedra’, porque pegaba duro: ‘Se peleaba con alguien, le ganaba, y salía con esa sonrisita burlona de ‘te gané’’. Era malo para las matemáticas y muy bueno para el beisbol, aunque cuando perdía su equipo, terminaba enfurecido”, narra el historiador mexicano Enrique Krauze, quien conoce a AMLO desde 2003, en su texto “El Mesías Tropical”, publicado en 2006.

1988, el año en que AMLO se separó del PRI para ayudar a fundar el PRD en Tabasco, su tierra natal. LA PRENSA/ TOMADO DE VICE

A los 11 años Andrés Manuel se metió a monaguillo, una característica que comparte con otros célebres gobernantes de discurso izquierdista: el venezolano Hugo Chávez Frías y el nicaragüense Daniel Ortega Saavedra. Como ya sabemos, en ninguno de los tres casos triunfó la vocación religiosa.

Durante un año el pequeño Andrés Manuel acompañó al cura de Macuspana en sus visitas a las comunidades aledañas y le ayudó a oficiar las misas, pero luego su familia se mudó para Villahermosa y él no volvió a acercarse a la Iglesia. Pocos años después, el 8 julio de 1969, ocurrió la tragedia que hasta el día de hoy lo persigue.

Según los diarios de la época, los hechos sucedieron en el interior del almacén de telas “Novedades Andrés”, propiedad de la familia López Obrador en Villahermosa. “De la declaración que rindió Andrés Manuel López Obrador ante el agente del Ministerio Público (recogida parcialmente en la prensa), se desprendía que los dos hermanos habían tenido una discusión. Tomando un arma, José Ramón había querido convencer a su hermano de ‘espantar’ a un empleado de una zapatería cercana. Andrés Manuel habría intentado disuadirlo, pero José Ramón lo tildaba de miedoso. De pronto, al darle la espalda a su hermano, Andrés Manuel escuchó un disparo. Trató de auxiliarlo y quiso llevarlo rápidamente con un médico, pero al poco tiempo José Ramón dejó de existir. Versiones distintas consignaban que a Andrés Manuel, accidentalmente, se le había escapado un tiro. La declaración ministerial desapareció de los archivos”, detalla Krauze.

Para el historiador, la muerte de José Ramón “no pudo menos que pesar profundamente” en la vida de Andrés Manuel. Y considera que “tal vez de allí proviene su conciencia de los peligros de la ‘pasión tropical’, de esa ‘ruda franqueza’, tempestuosa, desbordante, que sin embargo aflora en él saliéndose de cauce con mucha frecuencia”.

Y es más, quizás de aquella tragedia también provenga la “actitud mesiánica” de AMLO. “Él no había sido culpable de los hechos, pero tal vez pensaría que podía haberlos evitado. En un cuadro así parece difícil liberarse de la culpa”, sugiere Krauze. “López Obrador pudo haber encontrado su forma de expiación llenando su existencia con una misión redentora. Dedicaría la vida al servicio de los chontales, de los tabasqueños, de los mexicanos, del ‘pueblo’”.

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Andrés Manuel, la persona

  • Tiene cuatro hijos, los tres mayores tienen participación en Morena, el partido de su padre.
  • Su primera esposa fue Rocío Beltrán Medina, quien falleció en 2003. Estuvieron juntos por 24 años.
  • Su equipo favorito de beisbol son los Cardenales de San Luis.
  • Tiene más de una decena de libros publicados, entre ellos “La mafia del poder nos robó la presidencia”. Le encanta llamar a sus contrincantes “la mafia del poder”.
  • En 2006 se casó con su segunda esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, con quien tuvo a su hijo más pequeño, Jesús Ernesto.
  • Le gusta beber pozol, una bebida típica del sureste mexicano. También le gusta Calle 13.
  • Admira a Benito Juárez, Ernesto Che Guevara, Francisco I. Madero y al expresidente Lázaro Cárdenas.
Andrés Manuel es fanático del beisbol y de los Cardenales de San Luis.

“LA TERCERA ES LA VENCIDA”

Tres veces intentó AMLO ganar las presidenciales; por eso en 2016, cuando los mexicanos lo vieron persiguiendo a la paloma en la ciudad de Guanajuato se burlaron diciendo que el ave representaba la Presidencia.

Lo intentó en 2006 y perdió por un mínimo margen ante el panista Felipe Calderón. Denunció un supuesto fraude y el 20 de noviembre se declaró “presidente legítimo de México”. En 2012 volvió a la contienda y de nuevo vio cómo le arrebataban la banda presidencial, que en esa ocasión se fue con Enrique Peña Nieto. Finalmente, este año dijo que la tercera era la vencida y logró agrupar a su favor todo el descontento de una sociedad harta de los políticos tradicionales.

Ahí está ese hombre contradictorio que promete entre muchas otras cosas acabar con la corrupción, reducirse el salario como presidente y también el de sus funcionarios, entregar becas a los muchachos de escasos recursos, favorecer al mercado nacional, rescatar del olvido a los pueblos indígenas, salvar a México y a la vez respetar la libertad de la empresa privada. Todavía no ha dicho cómo lo va a hacer y a algunos analistas les preocupa que “sus matemáticas no cuadran”.

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Sin embargo, su triunfo fue rotundo. De la mano de la coalición Juntos Haremos Historia, encabezada por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena, el partido de López Obrador), le asestó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) el peor golpe que ha recibido en sus 89 años de historia. AMLO ganó en todos los estados del país, a excepción de Guanajuato, de mayoría conservadora e histórico territorio del Partido Acción Nacional (PAN). O tal vez esa haya sido la pequeña venganza de la paloma.

AMLO logró llegar a la Presidencia en su tercer intento. Se presenta a sí mismo como la salvación de México. Sus críticos afirman que tiene un “complejo mesiánico”. LA PRENSA/ AFP

*Gobiernos populistas

Para los analistas Uriel Pineda y Mauricio Díaz es prematuro valorar que el triunfo del líder de izquierda Andrés Manuel López Obrador como presidente de México, vaya a dar oxígeno a los gobiernos populistas de América Latina cuando esos están en sus puntos más bajos. “Al contrario, ellos creen que tratará de marcar distancia”, destacó el diario La Prensa, de Nicaragua, el pasado 3 de julio.

A juicio de Pineda, Daniel Ortega, designado presidente por el Consejo Supremo Electoral, “no puede ver un aliado” en López Obrador, porque en el caso del futuro presidente de México los separa el hecho de que “hay un contrapeso de poderes en México, porque hay una institucionalidad más consolidada”.

“López Obrador sabe que la situación de México con Estados Unidos en este momento no es fácil, en materia de Migración y sobre todo económica, pero será su tarea más grande enfrentarla y no lo veo arriesgar eso para apoyar proyectos políticos fracasados como son los de Ortega y Maduro”, opinó Pineda.

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*Escándalo: “La Chingada”

Andrés Manuel López Obrador dijo que si este año no ganaba las elecciones se iba a “La Chingada”. La Chingada existe y es una quinta de 13,341 metros cuadrados, ubicada en Palenque, Chiapas. El terreno de la propiedad es casi diez veces más extenso que el predio de la infame Casa Blanca que inició el derrumbe de la popularidad de Enrique Peña Nieto en México.

De acuerdo con López Obrador, la propiedad es una herencia que sus padres le dejaron al morir, en el año 2000. Sin embargo, este hecho no se reflejó en sus declaraciones patrimoniales de entre 2000 y 2004, cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal.

Fue hasta el 9 de febrero de 2012 cuando se conoció públicamente que él era el dueño de La Chingada, valorada en más de 25 millones de pesos mexicanos. Y de acuerdo con escrituras presentadas por Excélsior la propiedad le fue acreditada a AMLO el 18 de diciembre de 2007 y quien se la traspasó fue su hermano Pedro Arturo López Obrador.

En teoría, AMLO no tiene ningún bien material. Todo está a nombre de sus hijos y su mujer. Tampoco ha sabido explicar de qué vive, pero ha sugerido que de lo que le paga el partido y de las regalías que le dejan sus libros.

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