En Monimbó nadie esta tranquilo con los paramilitares en las calles recorriendo el barrio porque los policías han entrado a sus casas a revisarlas. LAPRENSA/Manuel Esquivel
Josué Rafael Palacios Aguilera, de 33 años, y Erick Antonio Jiménez López, de 34 años, fueron las dos víctimas a las que familiares y amigos les dieron el último adiós este miércoles en Monimbó. LAPRENSA/Manuel Esquivel
Para llegar a su última morada, los féretros tuvieron que pasar enfrente de sus verdugos, los mismos paramilitares que atacaron Minimbó. LAPRENSA/Manuel Esquivel
Los paramilitares destruyeron el altar a los caídos, ubicado en una de las aceras de la Iglesia San Sebastián, el cual había permanecido con velas, flores y fotografías de los caídos. LAPRENSA/Manuel Esquivel
Consternación, enojo, dolor y mucha indignación fue lo que se vivió en los sepelios, donde también se exigió justicia. LAPRENSA/Manuel Esquivel
Nelly López, tía de Erick Antonio, no tuvo miedo, se armó de valor y fue a retirar el cuerpo de su sobrino en medio de una lluvia de balas, ahora llora su partida. LAPRENSA/Manuel Esquivel
La “cacería de brujas” sigue en Masaya, y ni siquiera adentro de sus casas las personas están seguras. Nadie sabe cuándo se irá el terror vestido de azul. LAPRENSA/Manuel Esquivel
Jessenia Palacios Aguilera, hermana de Josué Rafael relató que él resguardaba una de las trincheras cerca de su casa. Fue ultimado a balazos. LAPRENSA/Manuel Esquivel
