14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Mil cachorros sueltos del León de Judá

Cristo, el Señor, es nominado el “León de Judá”. Judá, uno de los hijos de Jacob, patriarca de Israel, recibió su nombre junto con la bendición de su propio padre. Jacob le llamó Judá, Gur Aryeh en hebreo, cuyo significado es “cachorro de León”.

De la tribu de Judá, de la estirpe de David, nace Jesús de Nazaret, el León de Judá, Cabeza de nuestra Iglesia católica, piedra angular del cristianismo. La Iglesia católica dirigida por el papa Francisco está conformada aproximadamente por 1,300 millones de seguidores del León de Judá.

La crisis sociopolítica actual que vive Nicaragua es profunda, reivindicativa y ha llegado hasta las entrañas morales del pueblo, con el ánimo de sacar de raíz la inmundicia, la hipocresía, la deshonestidad y en fin, todo lo que está en descomposición e impide que florezca el “chote” nuevo de una sociedad límpida.

Es por eso que nuestra juventud, “reserva moral de la patria”, es la que ha inspirado esta renovación.

Las múltiples profanaciones al Santísimo, que para nosotros los católicos es Jesús Sacramentado, realmente presente en la hostia consagrada, revelan una inmoralidad asfixiante. Inmoralidad, por el irrespeto a las sanas costumbres de un sector de los que conviven con vos, y asfixiante, porque señalan tu falta de consistencia para responder con la razón ante cualquier cuestionamiento y entonces recurrís a “apandillarte” con otros, para hurgar en los sagrarios, violentarlos, pisotear las hostias, embarrarlas con tus inmundicias.

En la capilla de San Miguel Arcángel, en León, el Santísimo fue profanado, las excretas de los inmorales sacrílegos fueron encontradas sobre Él. Monseñor Bosco Vivas llamó a una misa de reparación, allí escuché el llanto conmocionado de los creyentes.

La irrupción con exclamaciones altivas en la Catedral de Managua de un motorista en plena celebración de la misa dominical anunciaba el inicio del hostigamiento e irrespeto a la Iglesia y su autoridad moral. Todo esto ha continuado en escalada, hasta últimamente conocer que en Ciudad Darío en medio de la Carretera Panamericana, fue vilmente tirado el Santísimo, sacrilegio que se da después que el cadáver de un joven asesinado fue inmoral y cruelmente abandonado en la pista Suburbana de nuestra capital. Es Cristo mismo en ambos casos humillado y crucificado por idénticos autores, su mecánica y pestilencia de espíritu, los denuncia.

“Jesús Sacramentado”, recorriendo la misma Carretera Panamericana en Sébaco, en las manos consagradas de monseñor Rolando Álvarez, a la manera de un cachorro del León de Judá, expulsó a los demonios asesinos y se redujeron las víctimas. Días después mientras el ángel de la muerte y la represión amenazaba devastar a Masaya y Monimbó, los cachorros del León de Judá en la persona de nuestros obispos rugieron: “No matarás, ni un solo muerto más”.

Diriamba fue escenario de la capacidad de estos cachorros del León de Judá, de asumir el martirio. Tanto el nuncio, obispos y sacerdotes fueron ofendidos, golpeados y calumniados por la turba, pero también a la manera de Cristo, de sus corazones emergió el perdón para sus agresores.

En Jinotepe, un grupo de mujeres ofendía a los clérigos, dando salida a la raíz de inmoralidad que subyace en medio de esta crisis, pero que a la vez las califica. Lo mismo hicieron en Catarina y en Nindirí, después de atacar a balazos el vehículo de monseñor Abelardo Mata.

Les queda únicamente la rectificación y pedir perdón, para reivindicarse principalmente ante su descendencia.

Cuando urdían el juicio a Jesucristo, Gamaliel sentencia al Sanedrín: “… no vaya a ser que estemos enfrentando a Dios”.

Rubén Darío por su parte habla al poder: “Y, pues contáis con todo, falta una cosa: ¡Dios!”.

El autor es médico.

Opinión Crisis en Nicaragua protestas archivo
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí