El francés Arnaud Demare (Groupama) logró abrir su cuenta después de las etapas pirenaicas imponiéndose por velocidad en la decimoctava, entre Trie-Sur-Baise y Pau, de 171 kilómetros, jornada de transición para los hombres de la general, con el británico Geraint Thomas un día más con el maillot amarillo.
Tras pasar un enorme calvario la víspera en el Portet, donde entró penúltimo y con sospechas sobre cómo pudo evitar el fuera de control, Demare, a dos horas del líder en la general, reapareció en terreno de velocistas y abrió su cuenta tras imponerse por delante de su compatriota Christophe Laporte (Cofidis) y del campeón de Europa noruego Alexander Kristoff (UAE Emirates).
Un triunfo que alivia a Demare, de 26 años, ya que hasta el momento lo había intentado siempre sin suerte. Con Sagan tocado y muchos esprinters en casa, el ciclista galo, muy aficionado a la jardinería, cosechó la segunda victoria en el Tour, ya que en 2017 ganó en Vittel.
Nairo asustado
Un día tranquilo para los favoritos después de las dos etapas pirenaicas, si bien el colombiano Nairo Quintana (Movistar) se llevó un buen susto y un golpe fuerte en un codo tras sufrir una caída en el kilómetro 65.
En la general no hubo cambios. En la víspera de la etapa del Tourmalet y el Aubisque, donde se producirán los últimos intentos de desbancar a Geraint Thomas, el galés sigue vestido de amarillo con 1.59 sobre el holandés Tom Dumoulin (Sunweb) y de 2.31 respecto a Chris Froome.
Tenían que aprovechar los esprinters las rebajas del recorrido después de sufrir en el Portet. Y aparecieron puntuales. Nada más salir de la localidad de Trie-Sur-Baise, de tan solo mil habitantes, se formó la escapada condenada de antemano con Boudat (Direct Energie), Terpstra (Quick-Step), van Keirsbulck (Wanty), Durbridge y Hayman (Mitchelton).
Consulta médica
Tranquilidad en el pelotón, con la excepción del incidente de Quintana, quien pasó por la consulta médica en carrera para que le pusieron un vendaje en el codo izquierdo. Más tarde renovó su maltrecho maillot por otro impoluto.
Hubo tres equipos que mostraron sus intenciones para neutralizar a los escapados, el Emirates, ansioso por ganar con Kristoff, Cofidis, aún inédito y el Bora de Sagan, a pesar de que el triple campeón mundial se machacó la cadera bajando Val Louron 24 horas antes.
A 18 kilómetros de meta y coincidiendo con el paso por la Cota dAnos, comenzó la pelea por la victoria de etapa. Los rebeldes ya se habían disuelto entre la marabunta y empezaba la lucha por la colocación.
El Sky puso cerca de la cabeza a Thomas, hasta que la zona de seguridad a 3 de meta permitió al líder y resto de favoritos echarse a un lado para que hablaran los hombres bala. Se rodaba a 70 por hora y ningún equipo dominaba la situación.
Desorden, peligro y llegada de larga tensión donde se peleaba por cada centímetro de carretera.
Thomas con calma
El líder del Tour de Francia, Geraint Thomas, dijo este jueves ser muy consciente de que el viernes vivirá una 19ª etapa en los Pirineos en la que habrá ataques por parte de sus rivales, que apurarán sus opciones de evitar el título del galés.
“Mañana (viernes), nos preparamos para lo peor y esperamos que se dé lo mejor. Espero ataques desde el principio y que Tom Dumoulin intente algo durante la etapa”, reconoció el hombre que viste el maillot amarillo.
Thomas, a tres días de la llegada definitiva a París, tiene 1 minuto y 59 segundos de margen sobre Dumoulin, segundo.
“Habrá seguramente ataques en la última subida, pero sé también que muchos tendrán la contrarreloj del sábado en mente”, apuntó, sobre la posibilidad de que algún candidato dosifique fuerzas.