El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, acusó este jueves al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de estar librando una “guerra” contra la Iglesia católica, que actúa como mediadora en el Diálogo Nacional que busca una salida al conflicto que ha dejado más de 400 muertos desde abril.
“En Nicaragua, el gobierno del presidente Ortega está virtualmente librando una guerra contra la Iglesia católica”, dijo Pence.
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El vicepresidente habló durante una ceremonia en el Departamento de Estado, que acoge desde el martes una Cumbre sobre libertad religiosa, con la participación de más de 80 representantes de gobiernos de todo el mundo.
En ese evento el vicepresidente alabó la labor de la Iglesia católica en el Diálogo Nacional y criticó los ataques contra los obispos por parte de los paramilitares favorables al gobierno de Ortega y que actúan con el consentimiento de la Policía Nacional, según organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
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“Turbas respaldadas por el Gobierno, armadas con machetes e incluso con armas pesadas, han atacado parroquias y propiedades eclesiásticas. La Policía ha agredido físicamente a obispos y sacerdotes”, afirmó Pence.
Reconoce a sacerdote
El vicepresidente reconoció al padre Raúl Zamora, que se encontraba en el público y al que llamó “héroe de la fe” por haber refugiado este mes en su parroquia de la Divina Misericordia a los estudiantes que huían de la represión en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), uno de los focos de las protestas contra Ortega.
“Déjeme decirle, padre, nuestras oraciones están con usted y el pueblo de Estados Unidos está con usted por su libertad religiosa y por la libertad en Nicaragua”, subrayó Pence.
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El tema de Nicaragua está en la agenda política de Washington. El 23 de julio pasado, el senador republicano Marco Rubio también se pronunció en su cuenta de Twitter sobre lo que considera, en esencia, una guerra declarada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica y su clero. “Perdida en toda la cobertura de otros temas está esta crisis que se intensifica rápidamente en nuestro hemisferio y que tiene implicaciones directas en nuestra seguridad e intereses nacionales”, dijo.
.@VP: La lista de violadores de la libertad religiosa es larga. Sus crímenes y opresiones abarcan todo el mundo. Aquí en nuestro propio hemisferio, en Nicaragua, el gobierno de Daniel Ortega virtualmente está librando una guerra contra la Iglesia Católica pic.twitter.com/596stlG5Fe
— USA en Español (@USAenEspanol) 26 de julio de 2018
Más de 400 personas han muerto en las manifestaciones contra Ortega, que comenzaron el 18 de abril, aunque la violencia se ha recrudecido en los últimos días con ataques como el de la UNAN y contra ciudades controladas por la oposición, como Masaya, lo que ha provocado la condena de la comunidad internacional.
Ortega atribuye la violencia a una influencia de países como EE.UU. para derrocarlo y ha llegado a llamar “golpistas” a los obispos, mediadores en el Diálogo Nacional, que busca una salida al conflicto.
Simpatizantes de Daniel Ortega agredieron verbal y físicamente al cardenal Leopoldo Brenes, al obispo auxiliar Silvio Báez, al representante del papa Francisco en Nicaragua y a otros sacerdotes, en la Basílica de San Sebastián, en Diriamba.
Hasta ahora, EE.UU. ha revocado una veintena de visados a funcionarios implicados en la violencia contra la ciudadanía y, además, ha sancionado a tres altos cargos de Ortega.