A pesar de que las madres y esposas de los detenidos ilegalmente en El Chipote reciben ofensas por parte de los orteguistas que se tomaron las afueras de esa cárcel el sábado pasado, estas no han dejado de permanecer en el lugar y llegan a dejar comida a sus “presos políticos”.
Ahora las madres y esposas se encuentran relegadas en una acera de las casas cercanas a El Chipote, porque unos 100 adeptos al partido de gobierno se mantienen en el lugar.
Muchas veces las orteguistas las insultan les dicen que les echen veneno a esas comidas, que entregan a sus familiares para que dejen de llegar.
Le puede interesar: Orteguistas se toman el Chipote y relegan a madres víctimas de represión
“Aquí lo único que queda es tragarse la saliva porque no podés decir nada porque te caen en manada. No quieren que saquemos nuestros celulares. Es un acoso permanente”, dijo una de las mamás originaria de Niquinohomo.
Los orteguistas se turnan para estar en el lugar cuentan las mamás. Llegan en dos buses de diferentes distritos de la capital. Les dan desayuno, almuerzo y cena.
“Les escuchamos que están aburridos de estar aquí, que van a cobrar por horas y no por día. Hasta se pelean entre ellos, parece que se traen a lo peor de los delincuentes”, dijo otra mamá que proviene de Masaya.
Lea además: Paramilitares asedian a familiares de detenidos en El Chipote
Según los familiares en esta semana del 23 al 27 de julio han llegado alrededor de 20 mamás de Masaya, Chontales y Managua principalmente.
Amalia Fonseca cuenta que su hijo Vidal Soza estaba detenido en Acoyapa y esta semana se lo trajeron para acá. “Lleva 14 días de detención y no sabemos porqué. Él estaba en Costa Rica y vino de vacaciones sólo para esto”, dijo Fonseca.
El jueves 26 de julio llegaron representantes de la OEA, cuentan las mamás, pero no pueden hablar libremente porque mujeres orteguistas se llegan a meter.
Lea también: Evacúan a las madres que permanecían en las afueras de El Chipote por seguridad
Este viernes se encontraban dos buses esperando el traslado de los orteguistas que salían de turno en El Chipote, mientras las madres de detenidos ilegalmente por policías y paramilitares por participar las protestas cívicas en Nicaragua se sumaban para ir a entregar juntas el desayuno a sus familiares.