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Vladimir Guerrero, Trevor Hoffman, Chipper Jones, Jack Morris, Alan Trammell y Jim Thome durante la ceremonia. LAPRENSA/ AFP

Cooperstown iluminado por seis nuevos astros del beisbol

Cooperstown es desde este domingo un sitio con mayor luminosidad, luego de que seis astros del beisbol de Grandes Ligas, fueron introducidos a sus instalaciones

Cooperstown es desde este domingo un sitio con mayor luminosidad, luego de que seis astros del beisbol de Grandes Ligas, fueron introducidos a sus instalaciones. Rodeados de figuras legendarias como Hank Aaron, Cal Ripken, Ken Griffey Jr. o Rod Carew, uno a uno fueron acogidos los nuevos integrantes del Salón de la Fama.

Chipper Jones, Vladimir Guerrero, Jim Thome, Trevor Hoffman, Jack Morris y Allan Trammell, son la promoción del 2018 al “campo santo” del beisbol.

Los nuevos integrantes del Salón de la Fama hicieron un recorrido desde sus sueños de niño, pasando por las personas más influyentes y el aterrizaje en la cima. “Hola, Cooperstown”, dijo Jack Morris, en una saludo que pareció un alivio tras una larga espera de 15 años para ser reconocido. “Estos es increíble. Ya estoy aquí”, agregó.

Sin embargo, correspondió a Jones “abrir tanda” con los discursos. El antesalista de los Bravos, que lo hacía todo tan sencillo, tampoco fue sofisticado al hablar.

Vladimir Guerrero se sentía más cómodo descifrando los incómodos lanzamientos de Pedro Martínez que delante del micrófono en Cooperstown.
LA PRENSA/AFP

“Ustedes fueron la razón por la que nunca desee jugar en otro lugar”, dijo de los Bravos. “No puedo estar más orgulloso de entrar aquí con la A de Atlanta en mi gorra”.

Al final de su emotivo discurso, Jones reveló que su esposa espera un hijo de un momento a otro y que lo llamará Cooper en honor a este pueblo donde se originó el beisbol.

Trammell esperó 22 años por este momento. Al igual que Morris, ingresa, no por los escritores del beisbol, sino a través del Comité de la Era Moderna del Beisbol, que está compuesto por expeloteros.

“Me preguntan que dónde estaba cuando recibí la llamada de mi ingreso al Salón de la Fama y contesto que en el pasillo de un avión. Deseaba correr y gritar, pero no creo que fuera apropiado ahí”, dijo el extorpedero de los Tigres.  Luego tomó la palabra Guerrero, el tercer dominicano en ingresar al Salón de la Fama, después de Juan Marichal y Pedro Martínez, donde grandes lanzadores.

“Siempre dije que no hablaba porque mi bate lo hacía por mí, pero ahora tengo que hablar porque ya no juego”, dijo el cañonero de Don Gregorio, Nizao, al sureste de República Dominicana. “Agradezco a Dios por este momento, a mi mamá y a todas las personas que me ayudaron a ser un mejor jugador, a mis mánagers Mike Scioscia y Felipe Alou”, dijo.

Mariano Rivera del oeste

Trevor Hoffman, considerado por Bob Nightingale como el “Mariano Rivera de la Costa Oeste”, utilizó su discurso para agradecer, pero habló de no desistir en una carrera.  “Fui un shortstop con problemas en la organización de los Rojos hace tres décadas. Nunca podría haber soñado con estar aquí, Ha sido un viaje increíble, coronado por este increíble momento”, señaló.

A Hoffman, el primer lanzador en la historia en acumular 500 y luego 600 salvamentos, le siguió Jack Morris un abridor de partidos que no deseaba ser relevado y que completó 175 desafíos.

“Es especial para ser seleccionado por mis compañeros, personas con las que jugué y contra las que competí. Y gracias a los periodistas, ya sea que hayan votado por mí o no, gracias por mantener vivo mi nombre”, indicó.

Morris ganó 254 partidos, incluyendo 162 en los años ochenta, la máxima cifra durante ese período. Además capturó tres títulos de la Serie Mundial con Detroit (1984), Minnesota (1991) y Toronto (1992) antes de pasar a Cleveland.

Thome emocionado

Jim Thome, uno de los máximos jonroneros de la historia (612) y un tipo reconocido como un caballero, comenzó diciendo que el Salón de la Fama es un lugar increíble.

“El Salón de la Fama es la intersección entre el pasado y el presente del beisbol. Y junto a aquellos que vinieron antes de nosotros, es junto a quienes humildemente nos sentamos hoy”, dijo.

Thome agradeció a su familia, a los fanáticos por el apoyo de siempre y especialmente a Charlie Manuel, el entrenador más influyente que tuvo en su carrera.  “Desde el primer día que yo me presenté al campo, Manuel creyó en mí”, dijo Thome emocionado.

Detalles de los inmortales

Chipper Jones dio 468 jonrones, tercera cifra más alta para un ambidextro, detrás de los 536 de Mickey Mantle y 504 de Eddy Murray.

Vladimir Guerrero fue a nueve Juegos de Estrellas y acumuló un promedio de .318 en 16 campañas.  Jim Thome es el octavo mayor jonronero (612). Disparaba un palo cada 13.76 turnos al bate.  Trevor Hoffman fue a siete Juegos de Estrellas y salvó al menos 40 partidos en nueve temporadas.  Jack Morris registró 11 campañas de 240 innings.

En las Mayores no hay lanzador de 240 entradas en los últimos tres años. Allan Trammell fue a seis Juegos de Estrellas, ganó cuatro Guantes de Oro y una Serie Mundial (1984).

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