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Managua 22 de Abril 2018 Establecimientos como este fueron saqueados. Foto Jader Flores/ LA PRENSA

Empresas afectadas por la crisis en Nicaragua pueden evitar la quiebra

En medio de la crisis sociopolítica que enfrenta el país desde hace 112 días, cada día son más las empresas que se encaminan a la quiebra y en la búsqueda de estrategias para evitarla muchas cometen errores que pueden agilizar ese proceso

En medio de la crisis sociopolítica que enfrenta el país desde hace 112 días —con un saldo cercano a 450 muertos, miles de heridos, cientos de encarcelados y desaparecidos y millonarias afectaciones económicas—, cada día son más las empresas que se encaminan a la quiebra y en la búsqueda de estrategias para evitarla muchas cometen errores que pueden agilizar ese proceso.

Para impedir la bancarrota las empresas deben supervisar constantemente sus indicadores financieros y a partir de ellos tomar decisiones, pero sin olvidar que en muchos casos la recuperación no depende de ellas sino de su entorno.

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“En un entorno hostil y caótico como el actual hay que desarrollar estrategias para mantenerse o al menos llegar a un punto de equilibrio, es decir, mantener la continuidad del negocio en marcha y para lograrlo hay que vigilar constantemente los indicadores financieros”, dijo Geovani Rodríguez Orozco, expresidente del Colegio de Contadores Públicos de Nicaragua.

Entre los indicadores financieros que deben monitorearse están: las pérdidas recurrentes; flujo de caja operativo; las ventas; capital neto de trabajo; rotación de inventarios; rotación de cuentas por cobrar; costos financieros; niveles de endeudamiento; pérdidas de clientes importantes; incremento de gastos no proporcionales a los ingresos; y deterioro del valor de los activos estratégicos.

Invasiones botan precios

Con respecto a este último el especialista detalla que ya sea por el cierre de sucursales o por la toma de tierras, muchos activos estratégicos de las empresas han perdido valor.
“Cualquier empresa que quiera vender una propiedad que ha sido tomada no podrá hacerlo. Nadie comprará una propiedad el litigio: y algo similar ocurre con sucursales cerradas y maquinaria que se ha dejado de usar, su precio se deteriora”, sostiene Rodríguez.

“Lo más importante es que durante la crisis los empresarios supervisen el flujo de efectivo diario, para que sepan cómo se está produciendo el efectivo, porque de nada sirve por ejemplo estar vendiendo —bienes o servicios— al crédito si luego no pueden recuperar ese efectivo. Porque las empresas que están cayendo en crisis es porque han caído en riesgo de iliquidez, es decir, se han quedado sin dinero para cumplir sus obligaciones”, explicó.

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Según Rodríguez, en la medida en que más indicadores —de los 11 monitoreados y antes señalados— aparezcan en negativo más enferma está la empresa y menos rentabilidad y liquidez produce. Por tanto, en la medida en que no desarrolle resiliencia y haga los cambios necesarios, más rápido saldrá del mercado de la empresa.

Algunos tomatierras han colocado las banderas del FSLN,y buses del servicio público han acarreado a sus habitantes a actos partidarios. LAPRENSA/J.FLORES

No cometer errores

Sin embargo, al impulsar los cambios necesarios para adaptarse hay que estar atentos para no cometer los llamados “siete pecados capitales de las empresas”, ya que juntos o cada uno por separado acelerarán la quiebra que se quiere evitar.

Dichos “pecados” son: mantener niveles de venta (de bienes o servicios) por debajo del punto de equilibrio; manejar inadecuadamente los costos y gastos fijos; no contemplar estrategias de bajo costo; no incluir los escenarios extremos en los modelos de predicción; vender mediante políticas inadecuadas de crédito; desarrollar procesos ineficaces de cobranza; y mantener una deficiente gestión de liquidez.

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“Esto significa, por ejemplo, que por recuperar las ventas las empresas ofrezcan descuentos excesivos, con estas ventas pueden recuperar el efectivo pero pueden llevarlos a trabajar con pérdidas y el problema es que cuando se quieran reponer ese inventario no tendrán suficientes recursos para hacerlo”, explicó Rodríguez.

Cuando se ofrecen descuentos y otros beneficios como entrega a domicilio, se debe garantizar que no se pierda el margen de rentabilidad. Porque cuando las pérdidas comienzan a consumir el patrimonio y las proyecciones de ingresos no son muy óptimas es momento de cerrar, ya que continuar abierto puede generar la pérdida completa de la inversión, dice Rodríguez y añade que el problema de las ventas está ligado con el entorno por tanto, no siempre depende de los empresarios recuperarlas.

La Alcaldía de  la Granada fue incendiada y la actividad turística permanece paralizada. LA  PRENSA /CORTESÍA

Turismo es ejemplo

Como consecuencia de la crisis sociopolítica que enfrenta el país desde el 18 de abril, el comercio y el turismo son los dos sectores más afectados y el cierre de las empresas tanto de estos como del resto de sectores depende de su capacidad financiera y de renegociación de deuda.

“En el caso del sector turismo está la infraestructura y el activo, pero no hay ingresos, la llegada de turistas no depende de ellos sino del entorno, por tanto lo que ocurre es que las empresas tienen que sostener el activo mientras la actividad se reactiva. Si no se reactiva muchas de esas empresas estarían quebrando, ya que no depende de ellas la recuperación”, explicó Geovani Rodríguez Orozco, expresidente del Colegio de Contadores Públicos de Nicaragua.

Economía crisis Empresarios empresas archivo

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